Cuando muchas veces en nuestros círculos de amistades nos enteramos que uno de ellos se hizo policía nacional o guardia civil, son muchos los murmullos, sobre su “sueldazo” no llegando más que a ser un poco más de mileuristas, pero no somos conscientes de la preparación y cualificación que tienen nuestros futuros agentes cuando llegan a una academia, su presentación a la oposición, su paso por Ávila o Baeza, sus prácticas y su posterior incorporación entregando su vida al ciudadano en numerosas ocasiones.
Sólo nos acordamos de ellos cuando uno fallece en acto de servicio. Entregando su vida por gente totalmente desconocida, o, cuando salva a una persona, ya sea de un incendio, de un infarto, de un atraco, de las fauces del mar, o de mil posibles situaciones.
No nos acordamos de que por la noche velan por nosotros cuando dormimos. Que nuestros negocios están protegidos a pesar de estar cerrados, o que podemos andar por las calles tranquilos sabiendo que la policía nacional está cerca.
Su trabajo mirado con “asco y desprecio” desde un gran sector de la sociedad, con “falta de reconocimiento desde su propia institución” y con la única gratificación propia del deber cumplido, hace cuesta arriba numerosos años de duros turnos, que en ocasiones y si ya el reloj biológico altera tu cansancio, vendrá algún superior de “bajo rango” para ajustarlo con el único fin de quedar bien ante su superior y colocarse una medalla, sin pensar en aquellos funcionarios que son los que se baten el cobre diariamente, perjudicándolos sin ningún temblor de mano.
Para el Gobierno, la equiparación salarial de la Policía Nacional y la Guardia Civil con los cuerpos de seguridad autonómicos debe ser un “asunto prioritario”, es lo que han venido manteniendo hasta el momento. Así lo reconoce un Ejecutivo que tendrá que presupuestar esta subida también en las cuentas públicas de 2020, tal y como consta en el acuerdo que firmó el exministro Zoido con los sindicatos y asociaciones de ambos cuerpos.
Las modificaciones salariales se producirán en los complementos específicos de los policías y guardias civiles. Estas subidas supondrán de media un aumento aproximado de 202 euros (Policía) y 260 euros (Guardia Civil) mensuales para cada uno de los guardias civiles tanto en el complemento específico como en la productividad.
Los funcionarios tienen razón en lo que dicen, la injusticia del agravio salarial con Mossos. Pero debemos ser conscientes que existen agravios internos sin resolver. La vivienda es el 30-40% del salario de cualquier policía/guardia civil en algunos territorios. La Guardia Civil tiene 1.967 cuarteles, 33.843 pabellones-viviendas (6.000 exclusivos de mandos), 26.053 “okupados”, 534 ruinosos, mientras que la Policía Nacional siempre debe abonarse su residencia, al igual que muchos Guardia Civiles.
Un policía o un guardia civil sin vivienda en Cataluña no debe cobrar igual, sino más que un mosso. Pocos miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado allí destinados son nativos de ese territorio, están desplazados y debe valorarse la hostilidad social contra ellos y sus familias, como en el País Vasco. También deben cobrar más en Madrid y Baleares por capitalidad y carestía de vida. Cobrar el mismo salario, 2.000 euros/mes neto, desplazados en dichos territorios, sin vivienda del Estado, que quienes tienen vivienda gratis en un pueblo con salario medio/población de 800 euros es un agravio mucho mayor que el que se dice querer resolver. Entre 2005-2008 se cumplió acuerdo con incremento salarial del 12% sobre IPC, mayor subida a policías que a comisarios y afectando a segunda actividad.
¿Y Nuestros policías nacionales jubilados y sus sueldazos?
Cada vez que me comentan que dichos funcionarios podrán mantener un “alto nivel de vida” por sus altas retribuciones solo les digo ¿nunca habéis visto una nómina de un policía nacional o guardia civil? Es vergonzoso que aquellos a los que solo recurrimos cuando nos vemos sin salida, apurados o en extrema gravedad tengan una pensión de casi 1200-1300€ ¿y que pasa con aquellos compañeros que siendo jóvenes tienen que dejar su oficio por sufrir un accidente en acto de servicio?, pues ni agradecido, ni pagado.
Sería necesario la creación de una condecoración retribuida de forma vitalicia de 150€ al mes para todo aquel funcionario de policía nacional o guardia civil que se viera forzosamente jubilado por un accidente en acto de servicio o todo aquel que superara los 35 años de servicio. Al igual que es necesario y urgente la actualización y adaptación de la Ley de Condecoraciones Policiales, en vigor desde abril de 1964.
Puedo cerrar los ojos mientras redacto estas líneas y recordar a un joven funcionario de Puente de Vallecas. una intervención nocturna, uno de los huidos que finalmente fue detenido quiso terminar con su vida, el tesón del funcionario y el apoyo de sus compañeros le hizo recuperar su ánimo, pero de la intervención resultó diversas fracturas en ambas piernas. Del mismo modo que fracturadas las piernas, parte de su corazón por no poder seguir vistiendo el uniforme que con honor y orgullo se ponía cada día, no recibió ninguna ayuda de la administración, la lucha y el empecinamiento de la defensa de esa intervención, como de muchas de las de “sus chicos” como solía llamar el Comisario Jefe de Puente de Vallecas, Manuel Soto Seoane, consiguió que le dieran la Medalla Roja al Mérito Policial para este joven policía -dura lucha para conseguirla-. El resto para el joven policía solo fueron problemas, trabas administrativas, pensiones sin ajustar a derechos.
Esa fuerza con la que cada mañana se levantaba D.N. para patrullar el distrito, le hizo que pudiera con todos los problemas y que sacara a su familia adelante. Esos problemas, que hoy en estas líneas se encuentran bajo la figura del funcionario de Puente de Vallecas y que ocurre diariamente, debe ser asuntos esenciales para el Ministerio del Interior erradicando burocracia y protegiendo al funcionario, apoyando a quien se deja su vida en la calle diariamente.
Sería razonable y necesario que más allá de eslóganes demagógicos de cualquier gobierno, Interior subiera de forma inminente el salario a sus funcionarios de Policía Nacional y Guardia Civil, negociara complementos territoriales, realizara valoraciones de viviendas, gratificación de comunidades autónomas, carestía de vida, mejorara y ampliara las prestaciones sociales -incluyendo a toda la unidad familiar- y gratificará a los jubilados con complementos económicos.
Autor: Antonio Abarca