La oleada de calor no todo lo tapa, menos aún la hemeroteca. Los eslóganes que lucía Mónica Oltra en el Parlamento Valenciano en sus camisetas han resultado ser verdades de cartón piedra, es decir, una sarta de mentiras. Eran frases con obligaciones ajenas, que no propias, eran exigidas a los demás políticos, pero no a ella. Hagamos memoria para descubrir el “código ético” de la lideresa de Compromís, que destacó por exhibir en Las Cortes Valencianas camisetas serigrafiadas contra los entonces imputados del PP valenciano, como Francisco Camps o Rita Barbera, en las que se leía entre otras expresiones, “Transparencia”, “Buscado, solo vivo” (Camps). Ya en 2009 cuando era diputada le decía “El día que me vea como usted, imputado, vilipendiado, pillado en todas las mentiras (…) ese día sí que me iría a mi casa”. También, decía “en un país civilizado la decencia para dimitir no la marcan los jueces, sino la ética pública”. Ahora, todo lo contrario, a la ética pregonada y a la transparencia prometida, que brillan por su ausencia. Puro oscurantismo. Eso sí, gozara de la presunción de inocencia que siempre negó a los demás.
A tal respecto, decía Isabel Sebastián <<Los integrantes de esta izquierda feminista, progresista, “sorora” y “escuchante” se mofan de nosotros, jaleados por una legión de tertulianos expertos en ver la paja en el ojo popular e ignorar la viga incrustada en el de una dirigente de Compromís acusada de encubrir los abusos sexuales de su entonces marido a una menor de edad tutelada por su Consejería>>.
Mónica Oltra no sólo se ha negado a dimitir pese a ser imputada por el TSPV, incumpliendo su propio “código ético- político” sino que ha amenazado al propio Presidente Ximo Puig con romper el pacto de gobierno con el PSCV- PSOE si fuerza “unilateralmente” su destitución. Oltra llegó a decir que “Soy coherente. Es una postura ética, estética y política. Los procesos judiciales no cambian la verdad”. Claro, tan sólo existe la verdad de esa izquierda y la de la justica cuando los acusados o condenados son de derechas o de todos aquellos que no se declaren de izquierdas, que son además perseguidos con todo tipo de boicots y escraches publicitarios. Postura avalada por la coalición, que el sábado pasado montó un mitin en Valencia para cerrar filas a su alrededor, pese a que la Sala de lo Civil y Penal del TSJCV sostiene que la exposición razonada elaborada por el Juez de Instrucción número 15 de Valencia, Vicente Ríos, y la fiscal Superior, Teresa Gisbert, experta en menores y de corte progresista, relata “una serie de indicios plurales (un total de 45 hechos indiciarios) que en su conjunto hacen sospechar la posible existencia de un concierto entre Oltra y diversos funcionarios y técnicos a su cargo (un total de 13 imputados), con la finalidad, o bien de proteger a su entonces pareja o bien proteger la carrera de la aforada”.
Oltra hizo referencia directa a su proceso judicial al hablar de una “guerra sucia en los tribunales”, incluso aseverando que se trata de “un tema colectivo y político”. Pues no, usted está siendo investigada por tres graves delitos que son prevaricación, abandono de menores y la omisión del deber de denunciar delitos, a los que se podría sumar el delito de encubrimiento. Su entonces marido, Luis Eduardo Ramírez Icardi, era el educador social de la niña, acudía de noche a su habitación, la cogía de su mano y se masturbaba con ella, aunque en los juicios celebrados decía que sólo eran “técnicas de relajación”. La joven denunció los hechos, pero fueron desacreditados por el propio centro social y por el personal de la Consejería, hasta que dos agentes de la Policía Nacional de visita casual en el centro recogieron la denuncia, pero, incluso, “les trataron de disuadirles para que no la pusieran en conocimiento de la Fiscalía”. Todo un escándalo. El angelito fue condenado a 5 años de prisión, con la agravante de abuso de superioridad, por un delito continuado de abusos sexuales; inhabilitación especial para la profesión u oficio que impliquen contacto con menores durante 10 años, y una indemnización a la menor de 6.000 euros. La sentencia está pendiente del recurso de casación presentado ante el TS.
Mientras Ximo Puig reflexiona sobre la destitución de la Vicepresidente y Consejera de Igualdad, además de Portavoz del Gobierno Valenciano, Mónica Oltra, dada la maraña de asuntos judiciales en los que encuentra inmerso la Generalitat con su hermano investigado por fraude en el cobro de subvenciones; la investigación por la Guardia Civil de la supuesta financiación irregular del PSPV- PSOE en el marco de la operación Azud; la campaña del Instituto Valenciano de la Juventud que también depende de la Consejería de Igualdad de Oltra, sobre la práctica de sexo con drogas, el llamado “Chemsex”, ahora investigado por el Juzgado de Instrucción nº 1 de Valencia. Aun así, Ximo Puig no puede esperar más para destituirla. Su pasividad en la toma de decisiones está perjudicando seriamente al pueblo valenciano al entorpecer diariamente la acción de gobierno, aunque que sea a costa de convocar nuevas elecciones.
Autor: Manuel Novas Caamaño | Abogado