Con la llegada del coronavirus han llegado a nuestras vidas nuevas líneas de productos que ofrecen soluciones para la desinfección de objetos, accesorios, superficies interiores, habitaciones, casas completas, hospitales, negocios hasta cualquier área pública o comercial que necesite desinfección y esterilización de virus, bacterias y hongos.
Si bien una de estas soluciones, y de las más demandadas serían las lámparas y dispositivos de luz ultravioleta (UV-C), tanto es así que en muchos hospitales de nuestro país ya están siendo instaladas para cumplimentar los servicios de desinfección de las áreas sanitarias, y sindicatos policiales han requerido su instalación en los canales de ventilación de las dependencias policiales, como es el caso de Galicia, donde los cuatro sindicatos mayoritarios de la comunidad autónoma han solicitado la instalación de esta tecnología en los sistemas de aire acondicionado de las instalaciones policiales para la neutralizar cualquier virus o bacteria que pueda representar un peligro para los agentes.
Hoy más que nunca todos corremos el riesgo de contraer o propagar virus y bacterias, y las lámparas de luz ultravioleta UV pueden marcar la diferencia ayudando a neutralizar cualquier virus y bacteria que pueda representar un peligro, como bien nos explica la página especializada luzultravioleta.es y es que la radiación UV-C es un desinfectante conocido para el aire, el agua y las superficies que puede ayudar a mitigar el riesgo de adquirir una infección y se ha utilizado ampliamente durante más de 40 años.
Todas las bacterias y virus examinados hasta la fecha (muchos cientos a lo largo de los años, incluidos varios coronavirus) responden a la desinfección con UV-C. No se conocen patógenos resistentes a la UV-C. Un claro indicio de que la luz UV-C puede jugar un papel valioso en su estrategia de protección.
Existen diferentes tipos de luz ultravioleta (UV), esta se divide en UV-A, UV-B y UV-C, siendo esta última, UV-C, la que se encuentra dentro del rango de 100-280 nm, y las lámparas que hacen uso de esta tecnología UV-C tienen un pico de longitud de onda a 254 nm que está cerca del pico de susceptibilidad germicida. Motivo por el que son extremadamente efectivas en la descomposición del ADN de las bacterias, virus y esporas, y como resultado, no pueden multiplicarse ni enfermar a las personas.
Pero, ¿Qué tipo de de luz ultravioleta se debe comprar?
La mayoría de los dispositivos de esterilización UV utilizan la luz UV-C como fuente de su poder desinfectante si bien pueden causar algunos daños graves, ya que la luz UV-C puede penetrar en la piel humana y causar daños o lesiones a la persona que la utiliza, a la vez que puede causar desperfectos en ciertos materiales plásticos y de goma con el tiempo.
Una mejor solución para comprar es la luz ultravioleta UV-F . La luz ultravioleta lejana utiliza una longitud de onda diferente del espectro UV para proporcionar la misma fuerza desinfectante que la UV-C sin los peligrosos efectos secundarios de esta. Los UV Far también pueden trabajar más rápido y desinfectar más rápidamente que las lámparas UV-C, creando una mayor eficiencia. Según la página especializada luzultravioleta.es un estudio reciente confirma lo que los UV-F promete en términos de seguridad para las personas en el espacio de trabajo, afirmando que los UV-F no pueden penetrar en la piel y causar daño a los seres humanos.
Debido a su mayor eficiencia y a la mejora de la seguridad, un dispositivo como el UV-F es la herramienta perfecta para la esterilización y la desinfección.
Los beneficios de esta tecnología son claros, ya que además de la esterilización del agua y de las superficies, la luz ultravioleta puede utilizarse como técnica de esterilización para otros tipos de desinfección.
La luz UV puede desinfectar el aire en espacios aislados, lo que es particularmente beneficioso en un entorno hospitalario, dependencias policiales, espacios de trabajo o incluso residencias particulares.
Estos dispositivos de luz ultravioleta, como lámparas en las habitaciones y otras áreas, pueden desinfectar el aire mientras se mueve, mejorando tanto la calidad del aire como la eficacia de la esterilización por UV, pudiendo hacer uso de esta tecnología para la esterilización de los equipos de trabajo que no permiten soluciones líquidas o húmedas.
Y es que lo beneficios con un correcto uso son claros, ya que la luz ultravioleta destaca a su vez como un método eficaz para los microorganismos sin tratamiento farmacológico efectivo, como la bacteria Escherichia Coli y otros microorganismos resistentes a los efectos del cloro y parásitos que pueden incorporarse a las redes de distribución de agua.
La eficacia de la desinfección en el agua depende de distintos factores como el nivel de turbidez del agua a tratar, la intensidad de la radiación UV, el tiempo de exposición de las bacterias a la radiación, si bien la desinfección del agua mediante luz ultravioleta tiene muchas ventajas, ya que no deja ningún residuo y no cambia la composición ni las propiedades del agua como otros tratamientos químicos como la cloración.
El esterilizador libera el agua de la actividad bacteriana sin cambiar el pH, el color, el sabor, el olor y la temperatura, y los esterilizadores UV son fáciles de instalar y baratos de mantener.
Todas estas ventajas son las que han sido vistas por los delegados de prevención de riesgos de los sindicatos policiales y reclaman la instalación de los mismos en sus centros de trabajo como ya se han hecho en centros hospitalarios.
Y es que la fácil instalación y adaptación a cualquier estancia, y la nula toxicidad de una lámpara germicida UV C que producen una radiación de onda corta y que es letal para las bacterias, los virus y otros microorganismos como los gérmenes es la causa de su éxito.