La trituradora Sanchista no tiene límites. Lo puede todo. Un día amanece con la propuesta de los dos magistrados del Tribunal Constitucional, que han sido miembros de su propio gobierno, incluido el que fue ministro de justicia Juan Carlos Campo, triturando así la independencia del poder judicial y socavando el Estado de derecho. Hace unos días, con nocturnidad, se despenaliza el delito de sedición, como moneda de cambio debido al apoyo de los propios golpistas a los presupuestos generales del Estado. La realidad, no es el camelo de la homologación a Europa, sino la propia desaparición del delito y de su pena y, así, tampoco existiría la malversación. Hace más de una semana se aprobó la ley del “sí es sí” y por aplicación de dicha ley decenas de violadores salen de las cárceles.
Por otro lado, la libertad de expresión ya es el nuevo NODO reclamado por el gobierno sanchista, en el coloquio Reto de la Portavocía del Gobierno en la era de la postverdad. Tampoco falta la lotería fiscal de navidad a Netflix, HBO, Disney+ y Amazón, dado que viven en la indigencia. También, la prohibición en un colegio de Valencia de la exhibición de la bandera de España, tratándola como un trapo.
Dentro de nada se aprobará la rebaja del delito de malversación de caudales públicos haciéndole una traje a medida para los que trincaron a beneficio propio o de otros, incluidos partidos, sindicatos y demás redes clientelares, sea comprando votos o manteniendo su poder. Todo vale para mantenerse en el poder, aunque sea a costa de romper la unidad de España en pedacitos. Pronto llegará la República. Ya lo decía Alejandro Dumas “El orgullo de quienes no pueden edificar es destruir”.
Sigamos, la trituradora sanchista no se ha quedado ahí, hizo un nuevo trueque político con los bilduetarras, por los presupuestos y mucho dinerito público, hasta para su circo, expulsando a la Guardia Civil de Tráfico de Navarra, después de 177 años de convivencia entre los agentes y la sociedad navarra, aunque tuvieran que sufrir medio siglo de terrorismo atroz, con más de 40 agentes asesinados y muchos otros heridos, mientras defendían las libertades de todos los ciudadanos. Entre ellos, los dos agentes asesinados con un coche bomba el 21 de agosto de 1988, José Antonio Ferri Pérez y Antonio Fernández Álvarez. Ahora, mediante un cambalache del gobierno con los proetarras los sustituyen por la policía foral navarra. Es la recompensa de Sánchez con los que odian España. Es la materialización del grito que siguen coreando los batasunos ¡Fuera de aquí! Como ha dicho el diputado García Adanero “es una vergüenza y una ignominia”.
Esta, y no otra, es la realidad de nuestra España, ya caducada con el consentimiento de todos, con su callada por respuesta. Los marxistas-leninistas y demás comunistas han triunfado y además se jactan de ello ante los escasos defensores de la libertad y la democracia, siempre odiada por los matones autócratas y demás autoritarios, que se ríen delante de nuestras propias narices. Todo esto pinta muy mal. Es la plástica expresión de lo que estamos contemplando, un volcán que nos está asfixiando, aunque desde su inicio ya hemos visto como su lava era escupida por los mandamases. Estamos fundidos por su lava y empobrecidos. Pero, aún nos queda una única esperanza, es la fuerza de nuestros votos de papel, no digitales, depositados en las urnas bien guardadas. A los comunistas, proetarras, separatistas, golpistas y socialistos se les combate con la fuerza de los votos. Es la fuerza de la auténtica democracia.
Autor: Manuel Novás Caamaño | Abogado