En este nuevo capítulo de La Recámara de h50 Pilaru Ramos entrevista en exclusiva con Robert Dombrowski, sobre el uso de fuerza letal policial en EEUU. Robert es Agente Especial (Retirado) Del US Secret Service (RET), (Servicio Secreto de Estados Unidos, USSS) que lleva a cabo dos misiones esenciales relacionadas con la seguridad nacional: la protección y la investigación criminal, en las que Robert ha trabajado.
Aunque los medios suelen reportar únicamente los eventos de uso de fuerza letal de la policía de EEUU, hay que recordar y destacar que estos son una gran minoría cuando se comparan a la cantidad de intervenciones policiales que se realizan a diario. Además, es importante también recalcar que el uso de fuerza letal es, para la policía estadounidense, al igual que para sus homólogos europeos, la última opción dentro de una variedad de opciones.
Sin embargo, si existe una gran diferencia en la práctica (aparentemente las definiciones legales son muy similares, pero las interpretaciones legales difieren considerablemente) al utilizar fuerza letal, entre EEUU y Europa. La gran diferencia existe en la jurisprudencia y las interpretaciones legales de estas leyes.
Mientras que en Europa las cortes tienden a definir el uso de fuerza letal con mayores matices y buscando proporcionalidad de fuerza dentro de las opciones de letalidad (arma de fuego contra arma blanca, no. Arma de fuego frente a vehículos, tampoco, etc.), las cortes estadounidenses han utilizado una interpretación más abierta. O sea, históricamente han evitado obligar a los funcionarios policiales tener que escoger la “herramienta apropiada” cuando se trata de tener que defenderse (o a otros) de un ataque letal.
Los argumentos expuestos por la corte indican el entendimiento de que el/la policía no debe ser obligado/a a exponer su vida por el simple hecho de estar ejecutando sus funciones profesionales. Las cortes argumentan que su entrenamiento, aunque generalmente superior al de las amenazas, existe para proporcionarles la habilidad de poder defenderse y proteger a los demás. No tiene como finalidad obligarlos a exponerse más de lo necesario.
Por lo tanto, si un policía estadounidense se enfrenta a un individuo amenazante y armado con arma blanca (como ejemplo), si el policía se siente con la confianza de utilizar otra táctica para reducirlo al asaltante, bien. Pero de lo contrario, si piensa que puede peligrar su vida o las de otros, puede optar por utilizar su arma de fuego en este caso y aunque habrá una investigación (siempre las hay cuando un policía hace uso de su arma de fuego, sin importar lo obvio del caso), es prácticamente seguro que quedará absuelto en breve.
Tradicionalmente, las cortes en EEUU han utilizado el ejemplo de “la persona razonable” al evaluar el comportamiento de la policía durante una intervención. O sea, ¿Qué pensaría una persona (no policía) en esa situación? Creería que su vida peligra? ¿Temería por las vidas de terceros? Si la respuesta es afirmativa, las cortes decidirán en favor de la policía.
También hay que tener en cuenta la mentalidad del ciudadano estadounidense ya que no hay dos sociedades iguales. La prevalencia de las armas de fuego en EEUU y el comportamiento violento de elemento criminal en este país, obliga al policía a ser muy precavido y estar siempre dispuesto a defenderse a sí mismo así como a la comunidad a la que protege.