Todos los días se realizan intervenciones donde los policías, sin pensarlo, se juegan la vida por la de los demás.
Uno de los últimos casos, es el ocurrido el pasado lunes en Teruel, donde agentes de la Policía Nacional, junto con Policía Local, acudieron a una llamada urgente.
Un hombre llamó a emergencias, comunicando que su mujer estaba en su domicilio pero no contestaba sus llamadas, temiendo por su estado de salud.
Al lugar se trasladaron efectivos de la Comisaría Provincial de Teruel y de Policía Local.
Ventana del octavo piso.
Tras llamar insistentemente al domicilio de la mujer sin recibir respuesta alguna, pidieron colaboración al vecino de al lado.
Observaron que había una mujer tumbada en el sofá, no respondiendo a la voz de los agentes.
Por lo que temiendo por la integridad física de la mujer, forzaron la ventana de la mujer.
Sin pensarlo dos veces, y desde una altura de un octavo piso, los policías accedieron a la vivienda de la mujer, desde casa del vecino a través de la ventana.
Una vez dentro, se encontraron con la mujer semiinconsciente y con síntomas de hipoglucemia, siendo asistida en primer lugar por los propios agentes hasta la llegada de los servicios sanitarios.
Según una nota de prensa de la Comisaría Provincial de Teruel, “estos servicios humanitarios realizados por la Policía Nacional son muy habituales. Su objetivo es asistir y ayudar a todo aquel ciudadano que solicita su intervención por cualquier motivo, desde la asistencia por urgencias sanitarias tanto en el propio domicilio como en la vía pública”, con casos como personas mayores desorientadas en la calle, personas en estado de embriaguez, etc. Estas intervenciones hacen del Cuerpo Nacional de Policía “una institución de servicio público, siendo este uno de sus principales objetivos”.
