La pieza recuperada, datada entre los siglos III y II a.C., fue localizada a través de una publicación en una conocida red social
El hecho de que la pieza no haya sido amortizada –esto es, inutilizada tras la muerte del guerrero al que perteneció, lo cual se hace generalmente doblando su hoja a golpes- aumenta significativamente su valor, ya que resulta difícil encontrar piezas en dicho estado
Agentes de la Policía Nacional han recuperado una falcata íbera de gran valor histórico procedente de expolio. La pieza recuperada, datada entre los siglos III y II a.C., fue localizada a través de una publicación en una conocida red social. Además, el hecho de que la pieza no haya sido amortizada –esto es, inutilizada tras la muerte del guerrero al que perteneció, generalmente doblando su hoja a golpes- aumenta significativamente su valor ya que resulta difícil encontrar piezas en dicho estado. Los agentes han detenido a una persona y han recuperado otras 202 piezas arqueológicas.
La investigación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una publicación, en una conocida red social, en la que un usuario llevaba a cabo una consulta en relación a una falcata íbera, con empuñadura de cabeza de ave, procedente de expolio. Tras varias gestiones policiales -y con el objetivo de confirmar la existencia de la pieza arqueológica, determinar su ubicación y recuperarla- los investigadores consiguieron identificar a la persona que estaba ofreciéndola para su venta, resultando ser un ciudadano español con residencia en una localidad de la provincia de Jaén.
Localizadas otras 202 piezas arqueológicas de gran valor histórico
Tras varias gestiones, los agentes comprobaron que el investigado tenía en su poder la falcata, motivo por el que intervinieron la pieza y lo detuvieron como presunto autor de un delito contra el patrimonio histórico y otro de apropiación indebida. Además, localizaron otras 202 piezas que también fueron recuperadas.
La falcata íbera recuperada, datada entre los siglos III y II a.C, consta de una empuñadura de ave, con posibles restos de plata en la hoja, y se encuentra en muy buen estado de conservación e integridad. Asimismo, el hecho de que la pieza no haya sido amortizada –esto es, la inutilización de las armas cuando el guerrero al que pertenecen muere y es enterrado para que nadie las pueda usar; generalmente lo hacen a golpes, doblando su hoja, y así es como suelen aparecer en contextos funerarios- aumenta significativamente su valor, puesto que es muy poco habitual encontrar piezas en este estado