Se vendían productos cuyas características higiénicas y sanitarias no cumplían con la normativa vigente.
Alimentos que deberían mantenerse en frío estaban almacenados a temperatura ambiente llegando algunos a la descomposición y provocando con ello un fuerte hedor.
La pronta respuesta policial y sanitaria ha evitado el grave daño a la salud que las condiciones de higiene en las que se encontraba el género hubieran causado a los consumidores.
Agentes de la Policía Nacional han detenido en el municipio sevillano de Écija, como resultado de una inspección sanitaria, al responsable de un establecimiento de alimentación de la localidad, por su presunta participación en un delito contra la salud pública. Los agentes están investigando también a la propietaria del mismo.
Riesgo inminente y extraordinario para la salud de las personas
La investigación comenzó cuando los agentes, a raíz de informaciones propias obtenidas durante el cumplimiento de sus funciones, tuvieron conocimiento de que en un supermercado de Écija, se estaban vendiendo productos cuyas características higiénicas y sanitarias, no cumplían con la normativa vigente.
El presunto responsable del establecimiento, se aprovechaba de la falta de recursos económicos de algunos vecinos de la zona y de otros, que se desplazaban desde municipios cercanos, para aprovecharse de las atractivas ofertas, ya que esta persona, vendía los productos a un precio mucho más bajo que el fijado por el mercado.
Por todo ello, el pasado día 11 de mayo, agentes de la Policía Nacional en colaboración con agentes de Seguridad Pública, pertenecientes al Área Sanitaria de Osuna (Sevilla), llevaron a cabo una inspección en el supermercado, donde pudieron constatar las graves irregularidades que se estaban cometiendo en el mismo y que suponían además, un riesgo inminente y extraordinario para la salud de las personas.
No aptitud para el consumo humano de la práctica totalidad de los productos
Las instalaciones inspeccionadas por los agentes, carecían de las medidas mínimas higiénico sanitarias que tienen que cumplir todos los productos, para llegar con plena garantía al consumidor final.
En algunos casos, alimentos que deberían mantenerse conservados en frío, se encontraban almacenados a temperatura ambiente, llegando algunos de ellos a la descomposición, provocando con ello un fuerte hedor. En otros casos, los productos llegaban incluso a tener insectos.
Al finalizar la dilatada inspección, la Autoridad Sanitaria, dictaminó la no aptitud para el consumo humano de la práctica totalidad de los productos alimenticios que se estaban vendiendo a los vecinos, acordando por ello, la destrucción de los productos y el cierre del supermercado.
De todo lo actuado se dio cuenta a la Autoridad Judicial, donde se investiga si la propietaria del negocio podría haber incurrido también en un delito contra la salud pública, con grave riesgo para la población.
La pronta respuesta policial y sanitaria ha evitado el grave daño a la salud, que las condiciones de higiene en las que se encontraba el género, hubieran podido causar en los consumidores.