Siete personas han sido detenidas como integrantes de una red que captaba a sus víctimas en Colombia para, posteriormente, ser explotadas laboralmente en el servicio doméstico.
Utilizaban empresas ficticias y trasladaban sus ganancias a Panamá y a cuentas bancarias en Suiza, con el fin de blanquear sus beneficios.
Las piezas taxidérmicas intervenidas pertenecían a animales de caza mayor, entre las que se encontraban un león y un oso y patas de elefantes y rinocerontes.
Además, los agentes intervinieron cinco vehículos de alta gama –cuatro de ellos de lujo-, once relojes valorados en 700.000 euros además de bloquear numerosas cuentas bancarias y activos patrimoniales por valor de varios millones de euros.
Agentes de la Policía Nacional, en una investigación contra la trata de seres humanos, han detenido a siete personas pertenecientes, presuntamente, a una organización criminal dedicada a esta actividad delictiva, y a quienes, además, se les han intervenido 23 piezas de animales de caza mayor disecadas.
Entre esas piezas destacan un león y un oso de grandes dimensiones, así como patas de elefante y rinoceronte en forma de sillas y taburetes. Por este motivo, se les imputan delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, además de blanqueo de capitales, delitos contra la Hacienda pública, contrabando y depósito de municiones.
La investigación comenzó en mayo del pasado año sobre un grupo dedicado a la trata de seres humanos. Las víctimas, originarias de Colombia, eran captadas mediante engaño y bajo la promesa de que encontrarían una vida mejor en Barcelona, a donde eran trasladadas y explotadas laboralmente en el servicio doméstico. La organización facilitaba toda la documentación necesaria para que dichos ciudadanos cruzaran hasta España como turistas, facilitándoles los billetes de avión, reservas de hotel e, incluso, dinero para justificar los medios de vida.
Alto nivel de vida con coches de lujo y una vivienda exclusiva
Fruto de las pesquisas iniciadas, se pudo comprobar el alto nivel de vida de los principales responsables de la trama, lo que hacía sospechar que también pudieran estar implicados en delitos de blanqueo de capitales y contra la hacienda pública. Residían en una casa de lujo situada en una exclusiva urbanización de Castelldefels y disponían de numerosos vehículos, todos ellos de alta gama, alguno de ellos valorado en casi 300.000 euros.
Los implicados utilizaban empresas pantalla sin actividad real con las que compraban solares que, posteriormente, vendían a un precio mucho mayor. Estas adquisiciones se realizaban a través de empresas con domicilio social en paraísos fiscales como Panamá y a través de cuentas bancarias radicadas en Suiza, lo que indicaría actividades relacionadas con el blanqueo de dinero.
A los investigados se les imputa también delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente y contrabando, ya que en el registro de una nave industrial del máximo responsable de la trama, se encontraron 23 piezas de animales de caza mayor en estado taxidérmico, destacando un león y un oso de grandes dimensiones, así como patas de elefante y rinoceronte en forma de sillas y taburetes. A su vez, en la misma nave fueron localizados cinco vehículos de alta gama, cuatro de ellos considerados de lujo.
Una de las encartadas simulaba ser cirujana estética
La pareja sentimental del principal investigado estaba siendo investigada, a su vez, como presunta autora de un delito de intrusismo profesional, ya que, gracias a las indagaciones realizadas, se pudo averiguar que acudía regularmente a un hospital donde estaría haciéndose pasar presuntamente por doctora especializada en cirugía estética, significándose que a la misma le constaban varias denuncias anteriores por los mismos hechos.
Se realizaron un total de cuatro entradas y registros donde se intervinieron más de 65.000 euros en efectivo, 23 piezas taxidérmicas de caza mayor, joyas de alto valor económico, once relojes de alta gama valorados en 700.000 euros, así como más de un millar de municiones y sustancias estupefacientes, entre otros. Se procedió al bloqueo de numerosas cuentas bancarias y activos patrimoniales por valor de varios millones de euros.
Por parte del Juzgado, se ordenó el ingreso en prisión preventiva de tres de los detenidos, entre los cuales se encuentra el principal investigado de la trama. En la investigación colaboró el Seprona de la Guardia Civil, quienes se hicieron cargo de la investigación relativa a las piezas de caza mayor, así como la munición intervenida.