Fallece en Madrid el cuarto policía nacional por efectos del coronavirus COVID-19. Francisco R.M. tenía 63 años y estaba destinado en el servicio de seguridad en la Delegación del Gobierno de la capital.
Francisco afrontaba la recta final de su carrera policial tras alrededor de cuarenta años de servicio. Cumpliendo funciones en segunda actividad con destino, le restaban dos años para alcanzar la jubilación.
Se trata de una nueva despedida anticipada de un miembro de la Policía Nacional, institución que se encuentra desde el primer día, en primera línea de batalla, en labores de contención y prevención del virus.
Antes que Francisco, la Policía Nacional decía adiós a José a los 63 años, destinado en el aeropuerto de Barajas; al oficial Bravo, exmiembro de la UIP, destinado en el aeropuerto de Gerona, a los 60 años edad; y a José Luis, a los 63 años, destinado en los juzgados de Ferrol.
Las cuatro muertes en el ámbito de la Policía Nacional ha recaído en policías con más de 60 años. Por este motivo, y con el propósito de proteger a sus agentes más veteranos del virus, la DGP ha decidido, desde el pasado 2 de abril, apartarlos del servicio, si es solicitado por los afectados, para que permanezcan en sus domicilios confinados hasta que finalice el estado de alarma.