Hasta ahora no se había encontrado en Sevilla ningún grupo que cumpliese con los criterios específicos para encuadrarlo en esta clasificación.
la pronta detección de los mismos y la intervención policial temprana resultan claves para evitar su consolidación.
Agentes de la Policía Nacional han detenido el pasado día 6 de febrero, a tres menores de edad por su presunta participación en robos con fuerza, coacciones, lesiones y delitos contra la integridad moral.
La Policía constató con sus investigaciones, que el grupo se incardinaba en el contexto de los denominados “Grupos Violentos de Origen o Referencia Grupal Latino”.
Operación Cripman
En el marco de la operación Cripman, la Policía Nacional inició la investigación a raíz de denuncias e informaciones propias de sus labores de vigilancia.
Por un lado, se conocía que había un grupo de jóvenes dedicado a cometer robos con violencia y a amenazar a otros menores, a los que exigían dinero como tasa a abonar por utilizar simbología de su “banda” en redes sociales, amenazándoles con darles una paliza a ellos y a sus familiares, en caso de no pagar.
Por otro lado, los agentes investigaron lo ocurrido el pasado 4 de enero en el exterior de un restaurante de la Avda. Ronda de capuchinos, cuando tres menores fueron requeridos, por uno de los ahora detenidos junto a su grupo, para hablar con ellos.
Cuando las víctimas salieron del restaurante, fueron rodeadas por un grupo de jóvenes de entre 14 y 18 años, vestidos con ropas oscuras y pasamontañas, que les obligaron a dirigirse a una calle aledaña para, una vez allí, ponerlos de rodillas.
Ya en esta postura, los agresores les propinaron guantazos en la cara y les escupieron en repetidas ocasiones, mientras les preguntaban si pertenecían a una “banda rival”, siendo además grabadas dichas agresiones y publicadas en redes sociales.
Las fuentes policiales señalan a los detenidos como miembros de un grupo violento de carácter juvenil conocido como “Crips”, el cual se caracteriza por el uso de vestimentas y pañuelos de color azul, cuyos integrantes son de diversos orígenes étnicos, que emplean violencia e intimidación grupal en la comisión de delitos (principalmente patrimoniales) y se orientan hacia la defensa de un territorio y de una simbología concreta frente a otros grupo.
Conductas de carácter violento
Realizadas las gestiones oportunas de investigación y constatando los agentes que el grupo se incardinaba en el contexto de los denominados “Grupos Violentos de Origen o Referencia Grupal Latino”.
Aquellos integrados por menores de edad, o conjuntamente por menores y jóvenes, entre 14 y 30 años, que pueden presentar estructuras de cohesión y disciplina interna y cuyas actuaciones suelen derivar en conductas de carácter violento que generan preocupación y alarma social.
La policía detuvo el pasado 6 de febrero a tres menores de edad, como presuntos responsables de los robos con fuerza, coacciones, lesiones y delitos contra la integridad moral, por los hechos detallados anteriormente, pasando los mismos seguidamente a disposición de la Fiscalía de menores.
Sobre esta materia, la Brigada de Información de la Policía Nacional en Sevilla, viene desarrollando desde hace años un seguimiento de dichos grupos para detectar su posible nacimiento, si bien hasta ahora, no se había encontrado en la ciudad ninguno que cumpliese con los criterios específicos, para encuadrarlo en esta clasificación. A diferencia de otras ciudades españolas donde esta fenomenología está muy afianzada.
Es por ello que la pronta detección de los mismos y la intervención policial temprana, resultan claves para evitar su consolidación, encontrándose los integrantes de este episodio de Crips en una fase todavía inicial en su carrera criminal.