Agentes de la Policía Nacional han detenido en Valencia a un hombre de 66 años, como responsable de las lesiones producidas por su perros que atacaron a varias personas en Tavernes Blanques y producirle a una de ellas múltiples heridas de carácter grave en la cabeza, piernas, dedos y cuello, por lo que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.
Las otras víctimas presentaban mordeduras y rasguños leves.
Los hechos ocurrieron el lunes pasado sobre las dos menos cuarto de la tarde en la localidad valenciana de Tavernes Blanques cuando varias personas alertaron que cuatro perros estaban atacando a numerosos viandantes que se encontraban por la zona.
Cuando los agentes llegaron al lugar observaron que varias personas habrían sufrido mordeduras de los canes y que uno de ellas se encontraba herida de gravedad, tumbada en el suelo con desgarros en las piernas. Al parecer, los transeúntes que auxiliaron al hombre tendido, fueron atacados de nuevo por los perros. Además, los animales se abalanzaron hacía una persona que estaba por las inmediaciones.
La víctima de carácter grave fue trasladada en ambulancia hasta el hospital Clínico de Valencia para ser evaluada de las lesiones. El hombre tenía múltiples mordeduras en cabeza, dedos y cuello, además de arañazos y erosiones en brazos, troncos y piernas.
Los agentes iniciaron un dispositivo de búsqueda para la localización de los perros que los condujo hasta una casa en la que había en los exteriores cuatro perros en actitud agresiva. Tras realizar las gestiones pertinentes para la identificación del dueño, finalmente lo localizaron cuando acudió a su domicilio, al no responder a las llamadas a su teléfono personal.
Por tales hechos, el dueño de los perros que carece de antecedentes policiales, fue detenido como presunto autor de un delito de lesiones, que fue puesto en libertad una vez oído en declaración, no sin antes ser advertido de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando fuese requerido.
Algo que suele ocurrir mas veces de lo que creemos. Personas que dejan a sus perros sueltos a sus anchas sin impiotarles lo que hagan o a quienes puedan atacar, sean personas u otros animales.
Al final quienes pierden, además de los atacados, son sus perros que según los daños que causen, si provocan o no muertes, probablemente un juez los mandará sacrificar.