Agentes de la Policía Nacional han detenido –tras ocho meses de investigación- a dos ciudadanos chinos por secuestrar durante cinco días a un compatriota en una nave industrial de la localidad madrileña de Serranillos del Valle.
Los captores exigieron a la víctima que solicitara a sus familiares el pago de ocho mil euros, bajo la amenaza de cortarle los dedos de las manos, y lo agredieron en varias ocasiones propinándole golpes y patadas. Una vez efectuado el ingreso en una cuenta china, el hombre lo pusieron en libertad, haciéndole firmar previamente un escrito en el que manifestaba que había permanecido en el lugar voluntariamente y que debía el dinero pagado por el rescate.
Retenido cinco días en un montacargas, amenazado y agredido
La investigación se inició cuando agentes de Las Palmas de Gran Canaria tuvieron constancia del secuestro que había sufrido un ciudadano de origen asiático el 6 de febrero de 2019. Los hechos ocurrieron cuando este hombre llegó al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas procedente de Copenhague. La víctima había quedado con una antigua amiga que le daría alojamiento durante los días que tenía previsto permanecer en Madrid. Una vez en la capital esta persona lo recogió y lo trasladó en vehículo a Serranillos del Valle donde se dirigieron a un polígono industrial cercano y, mediante engaño, le hicieron entrar en una nave en la que se encontraban dos varones que le quitaron todas sus pertenencias y lo obligaron a introducirse en el interior de un montacargas.
Estas personas exigieron al hombre el pago de ocho mil euros y le solicitaron el contacto de sus familiares para informarles de los hechos y pedirles que consiguieran esta cantidad. Además, lo amenazaron con cortarle los dedos de las manos y lo agredieron en varias ocasiones con golpes y patadas. Ante las amenazas recibidas, la víctima accedió a facilitar los teléfonos de varios familiares con el fin de que cumplieran las órdenes recibidas por sus captores.
Grababan vídeos para presionar a sus familiares
Los secuestradores realizaron varios vídeos de la víctima dentro del habitáculo donde lo tenían retenido y los remitieron a sus familiares, a fin de presionarlos para que realizaran el pago. El hombre permaneció durante cinco días en este lugar siendo custodiado por uno de los ahora detenidos, el cual se encargaba de facilitarle alimentación y acompañarlo al baño.
El quinto día de cautiverio, una vez que un familiar de la víctima realizó un ingreso bancario con el montante total de la cantidad exigida en una entidad bancaria de China, le obligaron a redactar un escrito. En este documento se obligaba al hombre a decir que había permanecido en el lugar de manera voluntaria y que la finalidad de su viaje había sido la de pagar la deuda económica que tenía con su amiga. Posteriormente le taparon la cabeza, lo sacaron de la nave industrial y lo trasladaron en coche hasta un lugar próximo al Polígono Cobo Calleja de la localidad de Fuenlabrada (Madrid), donde le indicaron que no se retirase el pasamontañas hasta que hubiesen transcurrido unos minutos.
Al día siguiente la víctima tomó un avión a Las Palmas de Gran Canaria, donde interpuso la denuncia contando lo que le había ocurrido. Después de ocho meses de investigación policial el día 11 de octubre, se detuvo a dos de los autores materiales del secuestro y a la localización del lugar de cautiverio.