Agentes de la Policía Nacional han detenido a cuatro personas encargadas de la gestión de un club de alterne de Santander en el que las mujeres eran obligadas a ejercer la prostitución mediante amenazas y coacciones.
Los arrestados formaban parte de una organización criminal más amplia dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. En la operación policial se ha liberado a dos mujeres y se ha registrado el club de alterne y una gestoría.
La investigación policial se inició gracias a la declaración de una víctima que denunciaba haber sido explotada sexualmente en un club de la ciudad de Santander. Tras meses de investigación, los agentes pudieron determinar la existencia de un entramado criminal que habría operado en diversos clubes de alterne de Cantabria y de otras regiones.
La organización criminal investigada contaba con una estructura escalonada en la que se incluían, entre otros, testaferros, encargados de clubes de alterne y personal de seguridad. El modus operandi empleado por el entramado consistía en el uso sistemático de sociedades instrumentales al frente de los clubes, cuyos administradores estaban dispuestos a asumir responsabilidades penales y administrativas a cambio de una remuneración mensual.
Amenazas de muerte
Los encargados de los clubes eran los responsables de gestionar la captación de las mujeres en sus países de origen para, mediante amenazas y coacciones, obligarlas a prostituirse en esos locales. Las mujeres eran forzadas a realizar jornadas agotadoras como único medio de pago de la deuda contraída y debían cumplir con las estrictas normas impuestas por los explotadores, llegando a recibir amenazas de muerte para asegurar su silencio.
En la operación policial se han registrado un club de alterne y una gestoría, donde se incautaron 10.221 euros en efectivo, y ha concluido con la liberación de dos mujeres y la detención de cuatro miembros de la organización, tres en Cantabria y uno en la provincia de Granada.