Agentes de Policía Nacional han detenido en la provincia de Cádiz a catorce personas y han investigado a diez más, entre las que se encuentran tres sociedades, como presuntos autores de un delito de blanqueo de capitales vinculado con el tráfico de drogas además de otros delitos de falsedad documental, ordenación del territorio y defraudación de fluido eléctrico.
La operación Sirena, instruida por el Juzgado de Instrucción número cuatro de El Puerto de Santa María, se ha llevado a cabo en dos fases; la primera de ellas, desarrollada en el verano de 2021, permitió el arresto del principal cabecilla de la organización se intervino gran cantidad de documentación relativa a las operaciones de ocultación de su verdadero patrimonio.
La investigación comenzó en julio de 2021 cuando los agentes lograron desarticular una organización dedicada, presuntamente, a introducir hachís a través de embarcaciones de recreo que se aprovisionan de barcos nodriza en alta mar para, posteriormente, distribuir el estupefaciente en las provincias de Cádiz y Huelva.
Desde las primeras pesquisas, los agentes se sorprendieron del alto nivel de vida del que disfrutaba uno de los principales cabecillas de la organización. A pesar de no tener ingresos legales, el investigado manejaba coches y motos deportivas, barcos, motos de agua de competición y otro tipo de lujos que figuraban a nombre de terceras personas, testaferros, de su entorno más próximo. Entre sus bienes los agentes detectaron un chalet de 600 metros cuadrados, adquirido por el investigado con dinero en metálico, que estaba siendo objeto de una reforma de gran calado y cuyos costes se calculan superiores al valor del inmueble.
Durante varios meses, los investigadores analizaron toda la documentación intervenida y contrastaron los datos tanto con entidades públicas como privadas, gestiones que han permitido demostrar las numerosas operaciones de blanqueo de capitales realizadas. Los agentes cuantifican el patrimonio aflorado del cabecilla de la organización en más de 525.000 euros, entre bienes muebles e inmuebles, en tan solo dos años.
En la segunda y última fase, culminada hace escasos días con un amplio dispositivo de más de 50 agentes, se llevaron a cabo otros cuatro registros domiciliarios así como la detención e investigación de 24 personas, tanto físicas como jurídicas y todas ellas del entorno más cercano del principal investigado.
La operación Sirena ha finalizado con ocho registros domiciliarios donde ha sido intervenida numerosa documentación con gran valor procesal, dos vehículos deportivos, una moto de agua de competición, una motocicleta deportiva y un barco, así como con el embargo preventivo de catorce cuentas bancarias, nueve bienes inmuebles, quince vehículos y cuatro embarcaciones, todo ello valorado en más de once millones de euros.