La Policía Nacional ha desarticulado en Cuenca una organización delictiva dedicada, presuntamente, a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. La red estaba compuesta por ciudadanos brasileños y españoles, contando con una amplia red de colaboradores especialistas en tramitar cartas de invitación fraudulentas.
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Los investigadores estiman que habrían obtenidos un beneficio de más de 200.000 euros, dinero que enviaban a Brasil y Paraguay en pequeñas cantidades. La investigación ha culminado con la entrada y registro de cuatro inmuebles y la detención de 15 personas. Un club de alterne situado en Graja de Iniesta (Cuenca) lo clausuraron por orden judicial.
Especializados en cartas de invitación fraudulentas
La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. La red estaba dirigida por una mujer brasileña, propietaria del club de alterne, quien ordenaba las directrices que se debían seguir en la captación y traslado de las mujeres desde Paraguay a España, así como la distribución y funciones de cada miembro del grupo criminal.
Las víctimas, captadas en sus países de origen, se encontraban en una situación de vulnerabilidad y precariedad económica y procedían de entornos humildes de los barrios más desfavorecidos. La organización les ofrecían un futuro idílico, garantizándoles que ganarían mucho dinero y podrían sacar a sus familias adelante gracias a sus ingresos. Una vez accedían, eran trasladadas a España facilitándolas una carta de invitación para que lograran superar el control fronterizo y, finalmente, trasladadas a un club de alterne de la localidad de Graja de Iniesta (Cuenca), imponiéndoles una deuda económica que tendrían que saldar ejerciendo la prostitución.
En diversas ocasiones, las víctimas y sus familiares eran amenazadas y coaccionadas para pagar la deuda contraída y se les imponían multas por no cumplir las estrictas normas del club. Las mujeres estaban controladas en todo momento, imponiéndolas jornadas de 12 horas diarias, y se les cobraba una cantidad diaria por manutención y alojamiento lo cual engordaba más la deuda contraída, provocando una situación de servidumbre.
En la investigación llevada a cabo, se detecto que el grupo criminal contaba con una amplia red de colaboradores dedicados a conseguir cartas de invitación para las víctimas. Cada colaborador solicitaba como máximo dos cartas, lo cual dificultaba el seguimiento y evitaba que se pudieran relacionar a las víctimas.
Método del “Pitufeo”
Además, la red desmantelada disponía de un grupo de personas de confianza que se encargaban de remitir los beneficios obtenidos de la explotación sexual y del tráfico de estupefacientes a una cuenta en Brasil a nombre de la propietaria del club o de su hija. También se detectó que realizaban envíos a Paraguay para financiar el viaje de las víctimas.
Estos envíos se realizaban a través del método del “Pitufeo”. Esta modalidad consiste en enviar pequeñas cantidades monetarias a multitud de remitentes distintos, con el fin de no superar los límites legales que imponen las empresas que realizan las transacciones, dificultando el seguimiento y burlando los controles legales. Durante la investigación practicada, se ha localizado transferencias por valor de más de 200.000 euros.
Dispositivo policial desarrollado en dos fases
Para poner fin a la actividad delictiva, los agentes realizaron dos operativos policiales. En el primero se practicaron cuatro entradas y registros en cuatro inmuebles -dos domicilios de miembros de la organización, otro en el club de alterne y el cuarto en un local contiguo al club propiedad de la “cabecilla”- deteniendo a cinco personas. Entre los efectos intervenidos se encuentra documentación relacionada con los hechos investigados, dos armas táser, diverso material relacionado con la preparación de sustancias estupefacientes, cartas de invitación a nombre de las víctimas y justificantes de envío de dinero. El club ha sido clausurado por orden judicial y se ha procedido a la liberación de dos mujeres de nacionalidad paraguaya obligadas a prostituirse en el local.
En el segundo operativo se localizó a los colaboradores y personas de confianza de la organización, procediendo a la detención de diez personas.
El teléfono de la trata: 900 10 50 90 no refleja la llamada en la factura
Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual. La Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900 10 50 90 y un correo electrónico trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos, no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica.