Agentes de la Policía Nacional han desmantelado una organización criminal de origen internacional que operaba desde la provincia de Barcelona y distribuía la droga en novedosos formatos a través de empresas de paquetería. Dos personas han sido detenidas como presuntos autores de un delito contra la salud pública y falsedad documental, y se han aprehendido numerosas sustancias estupefacientes relacionadas con la marihuana y la cocaína.
Envíos masivos de paquetería para pasar desapercibidos
La investigación ha puesto al descubierto una organización internacional formada por ciudadanos italianos y colombianos dedicados al tráfico de diferentes tipos de sustancias estupefacientes, principalmente marihuana y cocaína. Para tal cometido, captaban a sus clientes a través de redes sociales cerradas, mediante chats a los que solo se podía acceder a través de invitaciones gestionadas por la organización. En dichos canales se realizaba la oferta y los correspondientes pedidos, que se pagaban a través de criptomonedas o pagos virtuales de difícil seguimiento.
Posteriormente, se gestionaban los envíos mediante empresas de mensajería, siendo su principal destino Italia y Portugal. Para ello, utilizaban documentación falsa, evitando poner al descubierto su identidad.
Personajes famosos como reclamo
Como estrategia de marketing para captar la atención de los compradores, confeccionaban logotipos con la imagen de personajes públicos conocidos.
En los dos registros practicados se halló cuantioso material fotográfico con los logotipos confeccionados para la publicitación y empaquetado de la mercancía.
En la explotación de la operación se han aprehendido numerosas sustancias estupefacientes, entre las que cabe destacar, por su novedoso formato, galletas de cannabis, gominolas de THC, polines (formato flash liquidos) de THC, píldoras de THC, latas gourmet de marihuana, polvo azucarado con cocaína, polen de hachís y miel de marihuana concentrada. Junto a todo ello también se hallaron los elementos y útiles necesarios para la manipulación, procesamiento y envío de las diferentes sustancias estupefacientes, lo que conformaría un completo laboratorio.
Del mismo modo ha sido intervenido numeroso material informático y electrónico, así como un patinete eléctrico, valorado en más de 3.500 euros, que utilizaban los miembros de la organización para trasladar los paquetes postales hasta los locales de envío