Los agentes han desmantelado un laboratorio clandestino y un punto de venta de droga, ambos instalados en el domicilio del principal investigado.
Los arrestados, que importaban la cocaína desde Ecuador a través de paquetería postal, la ocultaban impregnándola o disolviéndola en otras sustancias –mediante el proceso químico oportuno-, lo que hacía imposible su detección mediante reactivos comunes.
En el laboratorio clandestino desmantelado extraían la pasta/ base de cocaína de la sustancia para, posteriormente, fabricar el clorhidrato de cocaína que disponían para el consumo para, finalmente, cortar la sustancia estupefaciente para aumentar la cantidad de droga y los beneficios económicos.
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal que, presuntamente, introducía en nuestro país cocaína impregnada en pintura a través de envíos postales. Los agentes han detenido en Madrid a los tres integrantes del entramado criminal y han desmantelado un laboratorio clandestino y un punto de venta de droga, ambos instalados en el domicilio del principal investigado.
Los arrestados, que importaban la cocaína desde Ecuador a través de paquetería postal, la ocultaban impregnándola o disolviéndola en otras sustancias –mediante el proceso químico oportuno-, lo que hacía imposible su detección mediante reactivos comunes. En el laboratorio clandestino desmantelado extraían la pasta base de cocaína de la sustancia en la que se ocultaba para, posteriormente, fabricar el clorhidrato de cocaína que disponían para el consumo; por último, cortaban la sustancia estupefaciente para aumentar la cantidad de droga, así como los beneficios económicos.
La investigación se inició a finales del pasado año en el municipio de Magán (Toledo). Los agentes tuvieron conocimiento de que varios individuos de origen sudamericano se habían instalado en la localidad con la presunta finalidad de importar, extraer, fabricar y distribuir cocaína. Las primeras pesquisas pusieron de manifiesto la existencia de un complejo entramado criminal dedicado, presuntamente, a introducir en nuestro país la sustancia estupefaciente a través de envíos de paquetería desde Ecuador.
Impregnaban o disolvían la cocaína en otras sustancias para evitar que fuera detectada
El modus operandi que utilizaban para ocultar la droga consistía en el método de la impregnación o disolución de la cocaína –mediante el oportuno proceso químico- en otras sustancias o líquidos -como la pintura-, haciendo imposible la detección de la droga con los reactivos comunes.
Tras varias gestiones policiales, los agentes identificaron a uno de los principales responsables del entramado, tratándose de un individuo de origen dominicano afincado en la ciudad de Madrid. Asimismo, esta persona era la encargada de recibir la sustancia estupefaciente que llegaba en paquetes postales y de llevar a cabo la extracción de la cocaína mediante procesos químicos y precursores que, posteriormente, serían intervenidos en el registro de su domicilio.
Con el avance de la investigación, se constató la existencia de un paquete procedente de Ecuador -cuyo destino final era Madrid-, presuntamente cargado de cocaína, que los miembros del grupo criminal estaban esperando. Tras solicitar las autorizaciones judiciales pertinentes, los agentes interceptaron y abrieron dicho paquete, localizando una bolsa que contenía 24.267 gramos de pintura roja en su interior. Tras aplicarle los reactivos comunes no se detectó ninguna droga, si bien al someterla a los procesos químicos oportunos se observó que el paquete intervenido contenía 3.255 gramos de cocaína.
Desmantelado un laboratorio clandestino de extracción y corte de cocaína
A finales del pasado mes de abril, los agentes detuvieron al principal investigado y realizaron el registro de su domicilio. Como resultado, intervinieron 300 gramos de cocaína ya dispuesta para su distribución en varias tabletas, 640 gramos de sustancia de corte y 1,9 litros de precursores químicos -hexano, acetona y disolventes, entre otros-. Asimismo, localizaron numerosos útiles y utensilios que evidenciaban la existencia de un auténtico laboratorio clandestino. Allí extraían la pasta/ base de cocaína de la sustancia en la que se encontraba oculta, fabricaban el clorhidrato de cocaína dispuesto para el consumo y cortaban la droga con el fin de aumentar la cantidad de sustancia, así como los beneficios económicos. Por otra parte, los agentes también intervinieron una prensa hidráulica, cuatro básculas de pesaje de diferentes tamaños y los moldes de hierro utilizados para elaborar los paquetes o placas de cocaína que posteriormente distribuían.
Finalmente, los agentes detuvieron a otros dos individuos por su presunta participación en los hechos investigados, resultando ser, uno de ellos, trabajador de la empresa a través de la cual se importó el paquete intervenido procedente de Ecuador.
La desarticulación de este grupo criminal ha permitido eliminar una de las vías de entrada de cocaína en nuestro país, así como desmantelar el laboratorio de cocaína clandestino, ubicado en el domicilio del principal investigado, y desactivar el punto de venta de droga que se había establecido en esa misma morada.