Se ha constatado la realización de al menos 13 operaciones en las que se habrían introducido más de 200 migrantes. El coste del trayecto oscilaba entre 7.000 y 20.000 euros por persona.
El entramado ofrecía un servicio VIP a aquellas personas que incluía el desembarque en un punto de la costa diferente al del resto de migrantes, desde donde eran extraídos en vehículos de alta gama entre fuertes medidas de seguridad.
La operación policial ha concluido con 15 detenidos, 14 en la provincia de Almería y 1 en Málaga, decretándose el ingreso en prisión provisional para 13 de ellos.
Agentes de la Policía Nacional, en una operación que ha contado con la coordinación de EUROPOL y la colaboración de autoridades alemanas y noruegas, han desarticulado una peligrosa organización criminal transnacional que introducía migrantes sirios y argelinos en España. El entramado, que estaba dirigido desde Libia y España y contaba con células en Sudán, Liberia y Almería, también se dedicaba al tráfico de drogas, armas y blanqueo de capitales.
Los migrantes eran introducidos en nuestro país desde Argelia mediante embarcaciones de alta velocidad pilotadas por individuos que portaban armas de fuego. Los agentes han constatado la realización de al menos 13 operaciones de tráfico en las que la organización habría trasladado a más de 200 migrantes. El coste del trayecto oscilaba entre 7.000 y 20.000 euros por persona. La operación policial, catalogada por EUROPOL como una operación contra el tráfico de personas muy relevante en el ámbito europeo, ha culminado con la detención de 15 personas, nueve en Almería, seis en Roquetas de Mar (Almería) y una en Málaga, decretándose el ingreso en prisión para 13 de los arrestados.
Desde Libia y España
La organización desmantelada contaba con dos centros directivos asentados en Libia y España. Desde el país norteafricano gestionaban la captación de ciudadanos sirios en su país de origen y su traslado a Libia, pasando por Sudán o Líbano, facilitándoles la documentación necesaria para ese viaje (visados, permisos de salida, etc.). Una vez en Libia, permanecían alojados en pisos de seguridad de la organización hasta que eran trasladados a Argelia, donde nuevamente eran cobijados en pisos controlados por el entramado hasta el momento de partir a la península.
Por su parte, la rama establecida en España estaba especializada en el traslado de los migrantes en embarcaciones rápidas desde Argelia, el alojamiento en nuestro país y su posterior traslado. A partir de acuerdos alcanzados con traficantes argelinos, las embarcaciones se fletaban también con migrantes de esa nacionalidad que querían llegar a nuestro país.
Servicio VIP
El entramado ofrecía un servicio VIP a aquellas personas que lo solicitaban. El servicio incluía el desembarque en un punto de la costa diferente al del resto de migrantes, desde donde eran extraídos en vehículos de alta gama entre fuertes medidas de seguridad.
Las tarifas establecidas por la red variaban según el origen y el destino de los migrantes y podían oscilar entre los 7.000 y los 20.000 euros.
Medidas de seguridad y contravigilancia
La organización desplegaba importantes medidas de seguridad y contravigilancia para asegurar el éxito de sus operaciones. En las playas de desembarque establecían dispositivos para detectar la presencia policial, organizaban patrullas de vigilancia, disponían de vehículos de alta cilindrada para la extracción de los migrantes y contaban con fincas y naves con video vigilancia para ocultar las embarcaciones.
Bajo la dirección de la titular del Juzgado de Instrucción número uno de Almería y el impulso de los fiscales delegados para asuntos de extranjería, tanto provinciales como centrales, la investigación ha finalizado con la plena identificación y localización de todos los integrantes de la estructura asentada en Almería y Málaga. Se han registrado 13 domicilios en ambas provincias, donde se han incautado 522.710 euros y 1.200 dólares en metálico, una pistola, dos embarcaciones de alta velocidad, dos motores fueraborda, 575 litros de gasolina, siete vehículos, 200 gramos de hachís, 42 teléfonos móviles y dos satelitales, dos ordenadores, una tablet y diversa documentación.