Sustrajeron 1.350 metros de cableado de cobre de una empresa de telefonía en diferentes localidades de las provincias de Valencia y Castellón, llegando a provocar la caída del servicio
Utilizaban edificios abandonados y aislados para instalar “hornos” y así quemar el cable para extraer el cobre
El valor del material sustraído y los daños causados se estima en más de 300.000 euros
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal dedicado al robo de cobre y han detenido a ocho personas, siete hombres y una mujer, con edades comprendidas entre los 21 y los 56 años, seis de origen rumano y dos españoles. A seis de ellos se les imputa los delitos de hurto y pertenencia a grupo criminal y otros dos han sido detenidos como presuntos autores de un delito de receptación. La investigación ha permitido esclarecer el robo de 1.350 metros de cableado de cobre de una empresa de telefonía perpetrado en diferentes localidades de las provincias de Valencia y Castellón y que posteriormente era vendido en Moncada i Reixach (Barcelona). El valor del material sustraído y los daños causados se estima en más de 300.000 euros.
La investigación comenzó en noviembre del año pasado cuando el Grupo de Robos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia tuvo conocimiento que un grupo de ciudadanos rumanos se estaría dedicando a la sustracción de cobre en instalaciones aéreas de telefonía.
Los investigados al parecer, sustraían el cableado eléctrico cortando el tendido aéreo de postes de telefonía instalados en zonas rurales de diferentes localidades de las provincias de Valencia y Castellón, llegando a provocar la caída del servicio de una operadora de telefonía en la localidad de Almenara Playa (Castellón).
Tras numerosos dispositivos de vigilancias y seguimientos, los agentes averiguaron que el grupo se escondía en los barrios valencianos de Nazaret y La Torre y desde allí se desplazaba a partir de las seis de la tarde, cuando caía la noche, a los diferentes lugares de la Comunitat Valenciana a bordo de dos vehículos. El primero, que hacía de lanzadera y alertaba de los posibles controles policiales y el segundo, una furgoneta con gran capacidad, que les permitía cargar y transportar numerosos metros de cable sustraído que posteriormente limpiaban para apoderarse del cobre.
“Hornos” para extraer el cobre
Así mismo, gracias a una actuación de la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Local de Valencia los investigadores descubrieron que uno de los silos de una antigua fábrica abandonada en la carretera del Riu de Valencia estaba siendo utilizado a modo de horno para quemar cableado y extraer cobre.
Los agentes localizaron en el interior del silo, cable de cobre quemado sin la manguera protectora de plástico, listo para su venta, con un peso aproximado de 300 kilogramos, así como mangueras de cable enteras, con el cobre aún sin extraer, con un peso de más de 700 kilogramos.
Posteriormente, al verse sorprendidos, los sospechosos cambiaron el “horno” de ubicación a unas edificaciones abandonadas en el término de Marines Nuevo, utilizando en esta ocasión un aljibe en el que colocaron unas vallas metálicas para hacer las veces de parrilla, y así poder quemar el recubrimiento de plástico de los cables sustraídos, dejándolos listos para su venta en centros de reciclaje de metales.
Los investigados realizaban las labores de quemado del cableado a altas horas de la madrugada y en parajes aislados para evitar ser detectados, volviendo a la capital del Turia por la mañana.
Tras una ardua labor de investigación, los agentes detuvieron a seis personas como presuntos autores de los delitos de hurto y pertenencia a grupo criminal. Los arrestados fueron sorprendidos in fraganti, cuando sustraían cableado de telefonía en la localidad castellonense de Almenara, interviniéndose en ese momento 212 kilos de cable de cobre cortado y preparado para cargar, 500 euros en efectivo y una furgoneta de gran capacidad.
Así mismo, también fueron arrestados los dos responsables del centro de reciclaje de Moncada i Reixach (Barcelona), donde los sospechosos vendían el cobre que habían extraído de los cables, como presuntos autores de un delito de receptación, ya que al parecer, los mismos no registraban dichas compras, así como ocultaban el material adquirido para que no fuera detectado.
Los ocho detenidos, cinco de ellos con antecedentes policiales, han pasado a disposición judicial.
Junto al Grupo de Robos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia han colaborado el Grupo XXI de crimen Organizado de la Brigada de policía Judicial de Barcelona, La Policía Local de Valencia y La Policía Local de Almenara (Castellón).