En la noche de ayer sobre las 22:30 horas se recibe a través del 112 llamada telefónica avisando de la presencia de un artefacto explosivo en el Hospital Universitario Central de Asturias de Oviedo.
Aunque la llamada revelaba indicios de no ser creíble, al encontrarnos en nivel 4 de alerta terrorista, desde la Policía Nacional se decide tratarla como real, desplazándose al lugar Unidades Especiales (UIP-Guías Caninos-TEDAX) realizando las pertinentes pesquisas en las instalaciones y dependencias del Hospital sin localizar nada anómalo.
Desde la Policía Nacional queremos recordar la gravedad de realizar llamadas falsas de amenazas de bomba, hecho recogido en el artículo 561 del Código Penal.
“Quien afirme falsamente o simule una situación de peligro para la comunidad o la producción de un siniestro a consecuencia del cual es necesario prestar auxilio a otro, y con ello provoque la movilización de los servicios de policía, asistencia o salvamento, será castigado con la pena de prisión de tres meses y un día a un año o multa de tres a dieciocho meses”.
“La gravedad de la amenaza o su carácter terrorista supondría un agravante, por el que la pena se impondría en su mitad superior, de siete meses y medio a un año de prisión”.
Desde ese mismo momento se ha iniciado una investigación para localizar al autor de los hechos y depurar responsabilidades ante estos hechos tan lamentables.
Desde la Jefatura Superior de Asturias se quiere precisar que, al no existir garantías totales de la veracidad de la amenaza, en ningún momento se planteó el desalojo de la totalidad de complejo hospitalario, procediendo exclusivamente a despejar algún sector, a los efectos de realizar la requisa correspondiente.