Una actuación conjunta de Policía Nacional y Policía Local permitió salvar la vida de una mujer en Morón de la Frontera que trataba de suicidarse precipitándose desde una azotea
Los hechos ocurrieron la noche del pasado día 15 de noviembre en Morón de la Frontera (Sevilla). La policía acudía a una llamada de auxilio alertando que una adolescente se encontraba sentada sobre el muro de la azotea de su vivienda con ambas piernas orientadas hacia la calle y amenazando con arrojarse desde unos quince metros de altura.
En apenas unos segundos, varios indicativos de Policía Nacional y Policía Local se personaron en el lugar apresurándose en acceder a la azotea del inmueble decididos a intervenir.
Una intervención difícil
Una vez los agentes accedieron a la parte superior del inmueble, tuvieron que hacer frente a una intervención compleja. En estos casos hay que intentar empatizar con persona, persuadirla sobre que no existe motivo alguno que merezca terminar con su vida de ese modo. En este caso la actuación no resultó nada fácil ya que la joven ni tan siquiera permitía a los agentes que se acercasen.
Ese es el momento en el que las pulsaciones se disparan a la vez se debe mantener la cabeza más fría que nunca. Los policías son conscientes de que un paso adelante demasiado rápido o una palabra errónea pueden provocar que esa persona se lance al vacío.
Lo que suceda dejará marcado para siempre el resto de sus vidas.
Mientras los agentes continuaban negociando con la víctima, en el lugar se personó una ambulancia medicalizada preparada para cualquiera de los desenlaces.
Durante la mediación, los actuantes comenzaron a dialogar con la joven, le preguntan por sus problemas, se preocupan por su situación, poco a poco fueron ganándose su confianza y sin que ésta se percatase, paso a paso se fueron aproximando a ella.
Se vivieron momentos de muchísima tensión, sobre todo cuando la joven pidió a gritos a los agentes que retrocediesen, llegando a realizar el amago de saltar en varias ocasiones. Testigos incluso manifiestan oír su voz desde la vía pública.
Pese a su actitud nada colaboradora, los Policías permanecieron en esa azotea durante una hora. Una situación de alta tensión viéndose cada vez más cerca de esa persona pero no las suficientes garantías para agarrarla en el caso de desprenderse al vacío.
Una maniobra que salvó una vida
Después de 60 angustiosos minutos, Uno de los policías atrajo la atención de la joven conversando con ella mientras otro logró acercarse por su espalda. Fue un instante decisivo para lanzarse sobre ella que puso fin a esta infartante situación. Incluso al verse agarrada, la joven intentó saltar hacia delante poniendo en riesgo la vida del policía que pudo precipitarse tras ella. Por suerte, fue mayor la fuerza del agente que consiguió ponerla a salvo, siendo necesario inmovilizarla en el suelo ya que de haber logrado zafarse, hubiera continuado con su pretensión de saltar al vacío sin pensárselo.
Una intervención policial digna de agradecer, pues esa noche salvaron una vida, unos héroes anónimos que por vocación y servicio no dudaron incluso en arriesgar su vida por salvar otra.