La Organización Mundial de la Salud ha publicado un informe sobre el uso racional de equipos de protección individual (Epi) en el que, entre otras consideraciones, avisa de que las mascarillas de algodón pueden ser una fuente potencial de infección.
La OMS dictamina que este tipo de mascarillas no son resistentes a los fluidos y, por tanto, pueden retener la humedad y contaminarse. Según este estudio, rechaza el uso de estas mascarillas por parte del personal sanitario porque, además, se desconocen los microorganismos que son capaces de atravesar la barrera de protección que supone el algodón.
Del mismo modo, la OMS insiste que no existe evidencia científica que demuestre que las mascarillas realizadas con materiales sintéticos sean efectivas para proteger a los profesionales sanitarios que atienden a enfermos con Covid-19.
Por otra parte, el organismo de Naciones Unidas ha recordado que todas las mascarillas, al igual que las batas, guantes o gafas, deben ser esterilizadas antes de ponérselas y que, una vez utilizadas, deberán de ser desechados porque están “potencialmente” contaminados por el nuevo coronavirus.