En los últimos días hemos conocido dos intervenciones complejas donde policías nacionales, por un lado, y guardias civiles, por otro, han tenido que hacer uso de su arma de fuego para neutralizar a una persona que pretendía agredirles con arma blanca.
La primera de estas intervenciones se desarrolló el pasado 25 de septiembre en Almería cuando agentes de la Policía Nacional tuvieron que emplear su arma de fuego para evitar ser acuchillados por un individuo con un trastorno mental. Desafortunadamente, los disparos atravesaron las zonas blandas del objetivo y acabaron por herir a dos civiles.
Apenas 48 horas después, agentes de la Guardia Civil intentaban sin éxito durante casi una hora negociar con el hombre que se abalanzó con los cuchillos contra ellos produciendo cortes leves a un interviniente. Finalmente tuvieron que abatirle disparándole en una zona no vital como es la pierna.
En h50 hemos analizado estas dos complicadas intervenciones con Félix C. Romero, fundador de AST España y representante de European Security Academy (ESA) en España, abriendo el debate entre la idoneidad de utilizar cartuchos blindados o semiblindados y sus consecuencias por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
“No es la munición, blindada o semiblindada todas producen sobrepenetración. Es más, aun no penetrando en partes blandas, pueden impactar en hueso, fragmentar el proyectil y salir del cuerpo del individuo cambiando la dirección del proyectil e impactando contra otro civil”, indica Félix.
La mayor parte de los policías en España emplean munición blindada (Full Metal Jacket) o semiblindada. La primera de ellas tiene gran poder de penetración, por lo tanto más probabilidad de atravesar al objetivo y herir a un tercero derivando en posibles accidentes colaterales. La segunda, y más común entre los profesionales de la seguridad, posee mayor poder de parada y reduce la probabilidad de daños por posibles rebotes.
Sin embargo, la Dirección General de la Policía y la de la Guardia Civil optó por adquirir para sus agentes cartuchos calibre 9mm parabellum blindados NOTOX. Un tipo concreto de cartuchería estratégicamente elegido bajo la única pretensión de evitar la inhalación de gases nocivos y tóxicos durante los ejercicios de tiro en galerías cerradas.
“Abrir fuego es el último recurso. En el actual contexto se están produciendo una serie de enfrentamientos con individuos de salud mental comprometida y que sí requieren de una actuación inmediata, pero abrir fuego en un entorno urbano es muy complicado.”, indica nuestro colaborador con una dilatada experiencia en formación de tiro policial y de combate al plantearle estos dos supuestos de enfrentamientos armados.
Para nuestro experto, la opción ideal es que todos los agentes porten Dispositivos Eléctricos de Control (DEC) a la cintura como la Táser 7 que se incorporará recientemente a unidades de seguridad ciudadana de la Policía Nacional, además de armas “verdes” en el maletero del patrulla.
“Un táser se desenfunda casi con la misma rapidez que un arma de fuego. Si no hay tiempo por la urgencia de la intervención, táser. Si es una operación de cerco, armas de impacto.
Todos tenemos en la retina como a individuos muy hostiles en ataques con armas blancas se les puede reducir empujándoles con los patrullas, reducción saltando desde el techo de vehículos e incluso papeleras”, concreta Félix C. Romero.
Nuestro experto ha señalado a h50 que según va avanzando y compartiendo experiencias con policías o militares (en operaciones y misiones) es mayor la conciencia y responsabilidad de que todos los agentes sepan usar con la mayor pericia posible su arma reglamentaria y que no descuiden su entrenamiento. Entrenamiento, no solo físico sino también mental para poder gestionar las armas en su justa medida.
En anteriores artículos ya habíamos comentado con Félix la Ley de Tueller que plantea la distancia límite para hacer uso de la pistola con la que repeler un ataque con arma blanca. Aunque el principal consejo que ante una situación de este tipo sigue siendo mantener las distancias, retroceder y si se complica, táser.
En comparación con la policía norteamericana también es interesante el planteamiento del uso de los spray,s de pimienta de “chorro”. Medios adecuados al alcance de un agente para hacer frente a una actuación de la forma más proporcionada posible garantizando su operatividad y su seguridad jurídica porque lo que menos quiere un agente es terminar con la vida de una persona. Eso lo último.
Entrena tiro táctico privado a menos de 5 horas de Madrid, ESA
Buenas a todos, escribo este comentario porque me parece importante dejar claro algunos aspectos de esta publicación que sin intención de ofender a nadie, es una simple opinión desde el punto de vista civil (No pertenezco a FCSE ni FAS) pero que tengo bastante conocimiento sobre estos temas ya que es una de mis pasiones, la operativa y tactica policial.
En primer lugar veo muy positivamente el análisis de intervenciones como las 2 ocurridas recientemente en las que se usaron armas de fuego por los agentes, dicho análisis se hace con la intención de ver los aspectos en los que se pudo fallar pero también los puntos acertados, sin contar por supuesto las exigencias de cada agente y el conocido déficit de material coercitivo para afrontar problemas que atenten gravemente contra la seguridad ciudadana.
El problema en mi opinión viene a raíz de la instrucción de los agentes en su proceso de formación, díganme los aquí presentes en este periódico que sean policías, la cantidad de cartuchos tirados en la galería de tiro durante el año pasado.
La respuesta es clara, insuficientes, pero no solo es la cantidad sino la calidad de la instrucción, los entrenamientos deben ser dinámicos, con supuestos que hagan dudar al agente y que le pongan en una situación de tensión que los haga experimentar por lo menos superficialmente, las vivencias en una situación real.
Hay que conocer las armas, la anatomía del cuerpo humano, cuáles se consideran “zonas no vitales”, análisis de enfrentamientos armados, prevención y actuación ante atentados terroristas, psicología policial y un largo etcétera.
No solo es poner un “Taser” por cada agente (que es como debería llevarse).
Ni tampoco implementar nuevas “armas verdes” término que a mi opinión es una ambigüedad absoluta, pero no estamos aquí para definir medios sino para encontrar soluciones.
Dicho esto lo que hay que hacer es FORMAR a los agentes en todo lo que usan y usarán posiblemente en la calle y no solo lo que lleven en el cinturón sino aprender a utilizar el terreno donde trabajan para protegerse, parapetarse en un tiroteo con una señal, árbol etc.
La munición que usan las FCSE es una basura, dicho así de claro, deben usarse municiones que permitan una expansión del proyectil y la proyección de toda la energía en el sujeto a abatir no dejando así energía para que perfore y dañe otra cosa o persona a la que previamente no teníamos pensado dañar. Y conseguir lo que se conoce como un óptimo poder de parada en la persona que sea objetivo para eso hay municiones como las JHP que son diseñadas para eso precisamente.
Yo no soy partícipe de usar objetos creados para matar para usarlos para herir y con eso me refiero a disparos de armas de fuego a partes “menos letales” para eso señores ya tenemos (en el mercado, no en el cuerpo) Dispositivos de incapacitacion neuromuscular, armas largas y cortas con munición no-lethal y less-lethal, sprays de gases irritantes, dispositivos de inmovilización etc.
Pero claro, mientras tengamos lo que tenemos y bajo la mismas leyes ambiguas de siempre lo perjudicados serán los agentes y los ciudadanos están de por medio, caeremos como moscas si seguimos igual.
Saludos y mucha fuerza para todos los que se dejan la piel (y algo más que eso) en las calles.
Debo decir que es un articulo bastante impreciso, confuso, poco afortunado y peligroso para los que prestamos servicio en la calle.
La unica municion por la que hay que luchar es la municion de punta expansiva( mal llamada de punta hueca). Es la única que tiene capacidad para no sobrepenetrar.
Las puntas Full metal Jaket no son blindadas.
Las blindadas tienen núcleo duro y estas lo tienen blando. Su correcta denominación son encamisadas o semi-encaminadas si a través de la ojiva se ve el núcleo.
El taser, los sprays y las armas verdes o de impacto tienen su parcela de actuación, pero en el articulo se sugiere que pueden sustituir al arma de fuego en un enfrentamiento real. Eso es condenar a un policía a una muerte segura.
¿Taser contra regla Tueller? ¿En serio? Prueba con alguien que de verdad quiera pincharte y luego me lo cuentas.
El taser falla. No es mágico. El cuchillo no. Si te caza vas a sangrar de lo lindo.
Las piernas no son zonas menos letales.
Precisamente en uno de los incidentes que se mencionan, el malo recibe un disparo en la femoral y muere desangrado.
Del poder de parada que decir…..
Si se entiende por poder de parada la capacidad de detener el ataque de un agresor mediante los disparos de un determinado calibre o punta estamos jugando al cine de ciencia ficción.
Un impacto del .22 en un ojo parara el ataque.
Un impacto de un .45 en un hombro permitirá continuar con el ataque y sin sangrar debido a la elasticidad de los tejidos y la adrenalina.
Es la adecuada localización del impacto en zonas vitales y no el calibre lo que incapacita al agresor.
Es fundamental conocer la legislación que nos regula para hacer uso del arma cuando estemos amparados y ante la duda…mejor tabaco a la cárcel que flores al cementerio.
Un saludo.