En la sociedad actual, los vigilantes de seguridad son una figura invisible que muchas veces pasa desapercibida. A menudo, son vistos como una presencia más en los lugares públicos y privados, sin que se les reconozca el papel fundamental que desempeñan en la seguridad y protección de las personas y bienes.
La seguridad es una necesidad básica y un aspecto fundamental para la convivencia en cualquier sociedad. Los vigilantes de seguridad son profesionales capacitados que se dedican a mantener la seguridad en diversos entornos, desde centros comerciales y oficinas hasta hospitales, eventos masivos,… Aunque su trabajo puede no ser evidente a primera vista, su presencia y acciones tienen un impacto directo en la prevención de delitos y en la protección de las personas.
La sociedad ven una percepción errónea de la inactividad por parte de esta figura por las cuales una de las razones a menudo considera a los vigilantes de seguridad como figuras invisibles sin hacer nada es la falta de comprensión de las actividades que realizan. Los vigilantes están entrenados para mantener la calma y actuar discretamente, lo que puede dar la impresión de que no están haciendo nada. Sin embargo, en realidad, están constantemente vigilando y evaluando situaciones, buscando posibles amenazas y respondiendo a emergencias cuando sea necesario.
La discreción es una cualidad esencial en el trabajo de un vigilante de seguridad. Al no llamar la atención sobre sí mismos, pueden realizar su labor de manera más efectiva. Su objetivo no es ser vistos como protagonistas, sino asegurarse de que los demás puedan llevar a cabo sus actividades cotidianas sin preocuparse por su seguridad. Esta discreción les permite detectar y prevenir situaciones de riesgo antes de que se conviertan en problemas mayores.
Aunque puedan parecer invisibles para el público en general, los vigilantes de seguridad trabajan en estrecha colaboración con otros actores de seguridad, como la policía y los equipos de emergencia. Comparten información, coordinan acciones y actúan como un enlace crucial para garantizar una respuesta rápida y eficiente ante situaciones de riesgo.
Esta falta de reconocimiento hacia los vigilantes de seguridad se debe en gran parte a que su labor se realiza de forma discreta y silenciosa. A diferencia de otros profesionales de la seguridad, como la policía o los bomberos, los vigilantes de seguridad no suelen aparecer en los medios de comunicación o en la opinión pública, salvo en casos excepcionales.
Esta invisibilidad de los vigilantes de seguridad en la sociedad actual tiene consecuencias negativas, tanto para los propios profesionales como para la sociedad en general. En primer lugar, la falta de reconocimiento y valoración de su labor puede llevar a una disminución de la motivación y el compromiso de los vigilantes de seguridad, lo que puede afectar negativamente a su desempeño.
Además, la falta de visibilidad de los vigilantes de seguridad puede llevar a una percepción errónea de su labor por parte de la sociedad. Muchas veces, se les ve como una figura pasiva, que se limita a observar y no a actuar ante situaciones de riesgo. Sin embargo, la realidad es
que los vigilantes de seguridad desempeñan un papel activo y fundamental en la prevención y actuación ante situaciones de riesgo.
Otro aspecto negativo de la invisibilidad de los vigilantes de seguridad en la sociedad actual es que puede llevar a una falta de conciencia ciudadana sobre la importancia de la seguridad y protección de las personas y bienes. Si no se valora la labor de los vigilantes de seguridad, es posible que se tienda a minimizar la importancia de la seguridad en general, lo que puede llevar a una mayor vulnerabilidad y riesgo para todos.
Para abordar el problema de la invisibilidad de los vigilantes de seguridad en la sociedad actual, es necesario tomar medidas en diferentes ámbitos. En primer lugar, es importante que los propios profesionales de la seguridad se sientan valorados y reconocidos por su labor. Esto implica, entre otras cosas, mejorar las condiciones laborales de los vigilantes de seguridad, ofrecerles formación y capacitación continua, y fomentar el diálogo y la comunicación entre los profesionales y la sociedad.
Por otro lado, es necesario que la sociedad tome conciencia de la importancia de la seguridad y protección de las personas y bienes. Esto implica educar a la ciudadanía sobre los riesgos y amenazas a los que estamos expuestos, y sobre el papel fundamental que desempeñan los vigilantes de seguridad en la prevención y actuación ante estas situaciones.
Además, es necesario que los medios de comunicación y la opinión pública presten más atención a la labor de los vigilantes de seguridad. Esto implica difundir información sobre su labor y su importancia en la sociedad, y reconocer públicamente su compromiso y dedicación en la protección de las personas y bienes.
En definitiva, la invisibilidad de los vigilantes de seguridad en la sociedad actual es un problema que afecta a todos. Es necesario tomar medidas para valorar y reconocer la labor de estos profesionales, mejorar sus condiciones laborales, educar a la sociedad sobre la importancia de la seguridad y protección, y difundir información sobre su labor y su compromiso. Solo así podremos construir una sociedad más segura y protegida para todos.
Un artículo de José Antonio Domínguez Silgado para h50 digital. – Coordinador por Andalucía de Aprovisem y del Proyecto COPROVISE.
¿Es necesario la creación de un Colegio Profesional para los Vigilantes de Seguridad Privada?
