Aún no había amanecido en la Janda (Cádiz) cuando la Guardia Civil había tomado posiciones en varios municipios gaditanos en el marco de una operación bautizada como “Comienzo” que trataba de desarticular una banda internacional de narcotraficantes del hachís muy activa en la comarca.
Unos 200 agentes de la Guardia Civil destinados en diferentes unidades operativas como el GAR, GRS o USECIC llevarían a cabo más de una veintena de registros domiciliarios en lugares azotados por el negocio del hachís como Medina Sidonia, Benalup, El Palmar, Caños de la Meca, Chiclana y, especialmente, en Barbate.
El objetivo de la operación se centraba en desarticular una organización criminal dedicada a alijar hachís por las costas de Cádiz. Una banda muy activa y convenientemente organizada que transportaba la droga desde Marruecos en barcos pesqueros y también en lanchas neumáticas. Una vez que los fardos llegaban a la playa, solían emplear quads para recogerlos y ocultarlos en “guarderías”, para su posterior comercialización al resto de Europa.
Las actuaciones han sido declaradas como secreto de sumario por la jueza que lleva el caso y no se descartan nuevas detenciones.