Escondían una plantación en una buhardilla de la vivienda, a la que se accedía a través de una puerta falsa de una pared oculta tras un armario.
Se han detenido a once personas en ocho entradas y registros domiciliarios, desmantelándose siete plantaciones de marihuana, un secadero y dos almacenes.
Además se han incautado 205 kilos de cogollos, pequeñas dosis de hachís y cocaína, seis armas blancas y una defensa semirrígida, entre otros efectos.
La Guardia Civil ha detenido a once personas, seis hombres y cuatro mujeres, con edades comprendidas entre los 26 y 48 años, y un menor de edad, como presuntos autores de un total de 19 delitos conformando un entramado criminal dedicado al tráfico de marihuana en la provincia de Toledo.
La Guardia Civil inició esta operación a mediados del mes de abril con el fin de dar una respuesta policial al tráfico y consumo de drogas en la provincia. Como resultado, a lo largo de estos meses se han realizado ocho entradas y registros en domicilios de las localidades de Novés, Rielves, Chozas de Canales y Yuncos, consiguiendo desmantelar siete plantaciones de marihuana, un secadero y dos almacenes.
En estas intervenciones se han conseguido incautar 5.934 plantas de marihuana, 205 kilos de cogollos envasados y listos para su distribución, 499 gramos de polen, pequeñas cantidades de otras drogas como hachís y cocacína, e incluso seis armas blancas como machetes y katanas, y una defensa semirrígida de cuero.
Un grupo organizado y distribuido por la provincia
Este entramado criminal operaba en varios pueblos de la provincia de Toledo, utilizando varios domicilios para el cultivo de plantaciones indoor de marihuana y otros inmuebles como secaderos y almacenes de la droga hasta conseguir ponerla en el mercado.
La primera actuación tuvo lugar el 15 de abril en la localidad de Novés. Allí se realizaron dos primeros registros domiciliarios, incautándose 2.387 plantas y desmantelando dos centros de producción.
También en la misma localidad, el 29 de julio, los agentes registraron dos domicilios en los que se detuvo a dos hombres y una mujer además de incautarse 3.147 plantas de marihuana y desmantelar toda la infraestructura y un almacén. En uno de esos registros, los delincuentes escondían una plantación en una buhardilla de la vivienda, habiendo creado una falsa puerta de acceso a través de una pared, quedando oculta al taparse con un armario.
Continuando con las investigaciones, el día 17 de agosto tuvieron lugar dos entradas simultáneas en Yuncos y nuevamente en Novés, logrando en esta ocasión desmantelar un almacén y secadero donde se destinaba toda la droga cultivada, deteniendo a dos varones y dos mujeres como encargados de su custodia.
La última fase de la Operación Milsives se culminó el 26 de agosto en Chozas de Canales y Rielves, donde la Guardia Civil volvió a encontrar dos instalaciones con 400 plantas, además de paquetes de cogollos y marihuana picada preparada para su distribución y venta, llevando a cabo la detención de dos hombres, una mujer y un menor de edad.
19 delitos y once detenidos
Tras las ocho entradas y registros realizados se logró detener a diez personas mayores de edad, seis hombres y cuatro mujeres, con edades entre los 26 y 48 años y nacionalidades española, marroquí, colombiana y dominicana, siendo puestos a disposición de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción nº1 y nº3 de Torrijos, y un menor que fue puesto a disposición de Fiscalía de Menores.
En total se les imputan 19 delitos: ocho delitos contra la salud pública por tráfico de drogas o cultivo y elaboración de estupefacientes, un delito de pertenencia a grupo criminal, ocho delitos de defraudación de fluido eléctrico, un delito de defraudación de agua y un delito de usurpación de inmueble, además de constar una requisitoria judicial en vigor a uno de ellos.
Entre todas las intervenciones se han conseguido intervenir 5.934 plantas de marihuana en avanzado estado de floración, 205 kilos de cogollos envasados al vacío y listos para su distribución, 499 gramos de polen, pequeñas cantidades de diversas drogas entre ellas hachís y cocaína, seis armas blancas como machetes y katanas, una defensa semirrígida de cuero, cinco teléfonos móviles, varios walkie-talkie, y numeroso material utilizado para la elaboración, cultivo, secado y envasado por valor superior a 300.000 euros.
La Operación Milsives ha sido llevada a cabo por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo, con el apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Toledo, el Grupo de Reserva y Seguridad nº1 de Madrid y el Servicio Cinológico de Toledo y Madrid.