La agricultura y ganadería es vox populi estos días por las tractoradas, impuestos excesivos e importaciones que muchos califican de “injustas”. En el marco de esas importaciones, la Guardia Civil ha encontrado más de una tonelada de hachís oculto en un camión. El conductor, chófer de transportes internacionales de productos hortícolas, es un marroquí de 40 años que aceptó la misión de llevar la droga camuflada a Europa atravesando Aragón y Cataluña. La sustancia iba descansando entre fruta y verdura.
El pasado martes, la Benemérita echó el guante a un sujeto bañado en antecedentes penales por tráfico de estupefacientes, tal y como detallan fuentes cercanas a la operación. Hoy, sábado 2 de marzo, se han podido conocer los detalles. El juez ha decretado prisión provisional para el detenido.
Los nervios, el peor compañero
Entre fruta y palés, el transportista marroquí decidió ocultar la mercancía peligrosa, sin duda, una práctica que podía salirle caro y así fue. El camión nevera es una idea atractiva para llevar a cabo ciertos hechos punibles, pero eso lo saben las FFCCS, vastamente experimentadas en el oficio y en este tipo de operaciones contra el narcotráfico.
El “momentazo” policial se llevó a cabo en La Muela (Zaragoza) mientras el vehículo y su conductor se dirigían a Cataluña para llegar a Italia atravesando Francia. Los nervios son el principal sospechoso, y peor compañero, a ojos de las fuerzas del orden, pero el autor de los hechos no lo puso en su libro de recordatorios. Así pues, mientras el susodicho circulaba a través de un polígono aragonés, advirtió de la presencia de unos uniformados y esto activó todas sus alertas. La tensión hizo el resto.
Los agentes se dieron cuenta de su comportamiento extraño tras realizar éste una maniobra poco habitual y procedieron a hacerle unas preguntas tras darle el alto. Tras ello, identificaron al sospechoso y, sorprendidos por la documentación contrastada con la base de datos, indagaron más. Al parecer contaba con antecedentes por narcotráfico y estaba bajo proceso judicial. Detención en bandeja de plata.
Y sonó la flauta
Así pues, un perro policía del Grupo Cinológico de la Benemérita marcó la parte delantera del remolque, el sujeto mascaba la tragedia entre sudores fríos. Con ello, los uniformados hicieron lo propio y llevaron el vehículo hasta una nave cercana para vaciar el interior y estudiarlo a fondo, podía haber sorpresas y la cosa se ponía interesante. Ya en el lugar y tras ir palé por palé, llegaron al fondo del asunto, había algo sospechoso.
En pleno análisis, dieron con un fondo tuneado donde debería estar el sistema de refrigeración para cuidar la mercancía legal, en su lugar, el regalo: más de 1.000 kilos de hachís prensado. Con una sonrisa de oreja a oreja en la chapa de sus uniformes, los efectivos observaron que, además, el detenido llevaba en su mochila legal una prohibición de salir de territorio español.
La operación continúa desarrollándose, tal y como han confirmado fuentes de la Guardia Civil. Ahora, el frente se ha trasladado hasta el sur, por la zona andaluza y murciana, la intención es dar con el lugar de carga y la organización que dio alas al camión incautado. Y, como no hay mal que por bien no venga, dado que la fruta y verdura se iban a estropear, el Instituto Armado ha donado 13 toneladas de comida al Banco de Alimentos.
