La Guardia Civil ha detenido esta mañana a los tres presuntos responsables de un zulo relacionado con la organización terrorista ETA, destinado al almacenaje de explosivos, hallado en junio del pasado año, en el municipio de Arraia-Maeztu, en el concejo de Atauri (Álava).
Las unidades antiterroristas de la Benemérita llevaban desde entonces tras los pasos de los responsables de aquel zulo, hallado fortuitamente por un viandante. En su interior se encontraron repartidos en dos bidones distintos tipos de explosivos, temporizadores, cordón detonante y detonadores, entre otros elementos para la confección de artefactos explosivos.
Fruto de tales investigaciones, este lunes han sido detenidas tres personas, exmiebros del ‘comando Ezpala’ de ETA, que estuvo activo entre los años 2008 y 2010, y se integraba dentro del ‘complejo Donosti’ de la banda terrorista.
La detenciones han tenido lugar en las localidades de San Sebastián e Irún, en la provincia de Guipúzcoa, así como en Vitoria, en la provincia de Álava. La ayuda de la DGSI francesa, con en ocasiones anteriores, ha sido fundamental en el resultado final de la operación.
A los detenidos se les imputa un presunto delito de depósito de armas y explosivos. Uno de ellos además ha sido detenido por pertenencia a organización terrorista, al no haber sido investigado anteriormente de este delito.
La existencia de este tipo de zulos, destinados mayormente para el almacenaje de armas y explosivos, es relativamente frecuente en el ámbito rural de la comunidad autónoma vasca, de ahí que la Guardia Civil solicita a los ciudadanos que, en caso de hallar uno, pongan los hechos en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y, por supuesto, que se abstengan de manipular ningún artefacto ante el riesgo que esto conlleva.
EH Bildu carga contra la Guardia Civil y el “Estado profundo”
Las reacciones a las detenciones de estos presuntos exmiembros de la extinta banda por parta de EH Bildu no se han hecho esperar. Consideran las detenciones “fuera de tiempo y lugar” y denuncian que con esta operación “el Estado profundo pretende condicionar del debate político”.
Desde el partido nacionalista creen que las detenciones “no contribuyen a la construcción de la paz y la convivencia en Euskal Herria”, escudándose en que han pasado casi diez años del fin de la violencia por parte de ETA, y dos de su desaparición.
