El jefe del grupo era un fugado de la justicia de Lituania, por ello adoptaba fuertes medidas de seguridad personal y en su vivienda
La Guardia Civil en el marco de la operación “Chonko”, ha detenido a 5 hombres y 3 mujeres, todos de nacionalidad lituana, miembros de una organización criminal afincada en el Levante español, dedicada al tráfico de drogas, robo de vehículos, defraudación de fluido eléctrico y falsificación de documento público. Además, al cabecilla de la organización le constaba una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) de su país de origen.
La operación ha sido desarrollada en las localidades alicantinas de Albir-alfaz del Pi, Polop, La Nucía y Denia, y han sido incautados 2 vehículos de alta gama recuperados (valorados en un total de 240.000 euros), otros 3 vehículos más utilizados por la banda, 1 furgoneta, 2 motocicletas, 1 moto de agua, 1 remolque, 72.060 euros en efectivo, documentos falsificados, material informático y telefonía de última generación.
Han sido intervenidas 249 plantas de marihuana, 42 kgs de marihuana envasada y 100 gramos de hachís, todo ello con un valor aproximado en el mercado ilícito de más de 74.000 euros.
La operación se inició cuando agentes de la Guardia Civil en un control rutinario identificaron a uno de los integrantes de esta organización el cual utilizaba un pasaporte falso. Ante las sospechas que generó esto a los agentes se procedió al registro de su vivienda, un chalet de lujo ubicado en el Albir-Alfaz del Pi (Alicante), fueron detenidas otras dos personas que se encontraban en el mismo y se recuperaron dos vehículos de alta gama sustraídos en Europa, valorados en 150.000 y 90.000 euros respectivamente, herramientas para el troquelado de vehículos y 25 kilogramos de marihuana envasados al vacío escondidos en un zulo, bajo el césped artificial del jardín.
Organización altamente jerarquizada
El análisis de la documentación encontrada en esta vivienda, permitió obtener información sobre esta organización delictiva tratándose de un grupo altamente especializado en la elaboración, recolección y distribución de marihuana, por España y por Europa, cuyos beneficios económicos se mandaban a su país de origen: Lituania.
Al mando estaba el “jefe”, un huido de la justicia de su país, obsesionado con su seguridad y medidas de autoprotección, quien ejercía su poder en todo el Levante español, bajo un mandato férreo y disciplinado respecto de sus subordinados. Él atribuía a cada miembro una función: de testaferro, de encargado del montaje de la plantación o de su cuidado.
Entre las medidas de seguridad que adoptaba el presunto cabecilla estaba la de ir siempre acompañado de un guardaespaldas que se trataba de un experto luchador de artes marciales mixtas conocido a nivel europeo, y en la vivienda estaba dotada de un complejo sistema de videocámaras y perros de raza peligrosa.
La operación ha sido coordinada por el Juzgado de Instrucción nº 4 de Benidorm, y desarrollada por agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Altea y del Grupo de Información de la Comandancia de Alicante; también han contado con el apoyo de agentes de la Jefatura de Información (UCE-3), del Grupo de Reserva y Seguridad nº 3 de Valencia y de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECI) de la Compañía de la Guardia Civil de Calpe.