En un comunicado de la asociación de la Guardia Civil “UniónGC” a raíz de la entrada violenta de 400 inmigrantes en territorio español, manifiestan sensaciones de rabia y bastante impotencia, al ver como “nuestros gobernantes no velan por sus servidores públicos, sus condiciones laborales, su salud, su integridad física”.
Para la asociación no es un problema nuevo, “las tensiones migratorias así como las tensiones políticas y comerciales cada vez más habituales con Marruecos, debilitan la defensa de las fronteras europeas en Ceuta y Melilla.”
“Dichas fronteras están defendidas por vallas, que ciertos sectores sociales entienden polémicas, pero son el mecanismo habitual y correcto para luchar contra la inmigración irregular; tras la eliminación de las concertinas, y su inacabada sustitución por los «peines invertidos », las vallas se han debilitado, y esto último no tendría excesiva importancia, si al mismo tiempo se hubiera dotado el perímetro de un mayor número de guardias civiles, provistos de mejores medios para defender su integridad física. No puede ser que los derechos humanos se interpreten para defender al agresor y , no se tengan en cuenta para defender al que nos protege, no puede ser que obliguemos a 100 guardias civiles a enfrentarse a 1.000 inmigrantes cuerpo a cuerpo, es irresponsable.”
Solicitan a las administraciones, al Ministerio de Defensa e Interior, en definitiva, al Gobierno, que se tome esta problemática y a sus guardias civiles con la seriedad que se requiere, y aumente las plantillas de las comandancias de Ceuta y Melilla con los recursos personales y materiales, que sean necesarios, para proteger nuestras fronteras y la integridad física de nuestros guardias civiles.