El Ministerio del Interior sigue renovando el parque móvil de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Una muestra de ello es la aprobación, en el Consejo de Ministros de este viernes, de dos contratos para la adquisición de 2.160 nuevos vehículos radio-patrulla para la Policía Nacional. La suma de ambos contratos asciende a más de 58 millones de euros, que deberán ser entregados en un plazo que todavía no ha sido hecho público.
La mayoría de estos nuevos vehículos serán radio-patrullas tipo K. Exactamente, 1.218 unidades. Los tipo K son los coches policiales que no tienen ningún tipo de distintivo policial que les distinga de otro vehículo que circula por la calle, es decir, son los que se conocen popularmente como camuflados, y que sirven para realizar operaciones, por ejemplo, de seguimiento o registro. Los agentes que los utilizan visten de paisano.
Los otros 942 turismos serán radio-patrullas tipo Z, es decir, los habituales con distintivo policial destinados a la seguridad ciudadana que se pueden ver en todas las ciudades de España. La referencia del Consejo de Ministros los define únicamente como Z, por lo que a priori parece que no se trataría de los Toyota Prius i-ZETA, los nuevos patrulla que graban y reconocen 400 matrículas al minuto y cuyas primeras unidades fueron presentados el pasado mes de junio.
La operación comercial se hará a través del formato de de renting, es decir, de arrendamiento a largo plazo. La empresa adjudicataria será la encargada de comprar los vehículos y adaptarlos a las necesidades policiales y los pondrá a disposición de la Policía Nacional a cambio del pago de una cuota mensual. El contrato incluye el mantenimiento integral del vehículo y coche de sustitución en caso de avería.
La adquisición de este tipo de vehículos se viene realizando en régimen de arrendamiento por razones operativas y económicas desde el año 1998, ya que permite, entre otras cosas, mantener renovada la flota de radio-patrullas.
Autor: Antonio Abarca