Todavía no hemos superado la pandemia del COVID-19 y ahora vuelve a resurgir la viruela erradicada oficialmente en el año 1979, ahora como viruela del mono o símica. En noviembre de 2021 Bill Gates volvía a vaticinar otra epidemia en una entrevista con el presidente del Comité Selecto de Salud del Reino Unido, Jeremy Hunt, diciendo que los líderes mundiales deberían prepararse para desastres como “ataques terroristas de viruela”. Se preguntaba:
¿Y si un bioterrorista llevara la viruela a 10 aeropuertos? ¿Sabes cómo respondería el mundo a eso?
Hay epidemias causadas naturalmente y epidemias causadas por bioterrorismo que incluso podrían ser mucho peores de lo que experimentamos hoy” como el coronavirus, alertó el magnate multimillonario también a Policy Exchange. Y, en 2017, Gates había hecho declaraciones sobre la amenaza de un ataque de viruela en una entrevista con la revista Newsweek, donde advirtió que “los avances en biología han hecho que sea mucho más fácil para un terrorista recrear la viruela”. Todo un visionario, no sólo en las fianzas.
Igualmente, debemos recordar que ya en 2015 Bill Gates predijo la pandemia y crisis del coronavirus, es decir, un nuevo aviso del fundador de Microsoft se ha vuelto a cumplir, unas manifestaciones que ahora, con toda Europa pendiente del auge de casos de viruela del mono, cobran especial relevancia para Organización Mundial de la Salud (OMS), que emitió una alerta contra la viruela del mono tras confirmarse centenares de casos en países europeos, con importantes focos en el Reino Unido y España, que hace unos días activó la alerta epidemiológica de la Viruela Símica. A tal respecto, Tarik Jasareyic, portavoz de la OMS, ha dicho “La situación es preocupante porque no se parece a los patrones típicos que hemos visto con la viruela del mono”.
Ahora bien, no sabemos si fueron las predicciones de Gates lo que motivó que el Gobierno de Sánchez publicara en el BOE núm. 207, de fecha 29 de agosto de 2019, pág. 94719 a 94731, III. OTRAS DISPOSICIONES, Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, la Resolución de 22 de agosto de 2019, por la que se publica el Convenio suscrito entre el Ministerio de Defensa y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), para la custodia y gestión del depósito estatal estratégico de medicamentos y productos sanitarios para emergencias y catástrofes, el depósito estatal de antivirales, el depósito contra la viruela (…), firmado el 30 de julio de 2019. Así, el Exponente Noveno de dicho Convenio, establece:
“Que la AEMPS es propietaria de 2.000.000 de dosis de vacuna ACAM 2000 contra el virus de la viruela, la cual se presenta como liofilizado, y debe ser conservada a la temperatura de -20ºC +-5ºC; así mismo, es propietaria de 20.800 viales de disolvente para la reconstrucción de la vacuna liofilizada y de 2.100.000 agujas bifurcadas para llevar a cabo su administración en el proceso de vacunación contra la viruela” Después, en la Estipulación Segunda c) se dice: “Estos medicamentos serán entregados al CEMILFARDEF (Ministerio de Defensa) para ser almacenados y custodiados en sus instalaciones de Colmenar Viejo (Madrid)”. Precisamente, ahora la AEMPS está estudiando las diferentes opciones de las vacunas disponibles en función de su viabilidad.
Por lo que antecede, habiéndose declarado por la OMS extinguida la viruela en el año 1979, dado que en dicho CONVENIO se recoge el número de dosis de la vacuna contra la viruela y su depósito,
¿Podría el Gobierno explicarnos a los ciudadanos por qué adquirieron esos millones de dosis de la vacuna contra la VIRUELA, precisamente en el año 2019, cuando dicha enfermedad estaba erradicada oficialmente desde 1979? ¿Disponía el Gobierno de información sobre un posible ataque bioterrorista con una cepa de viruela ocultado a los ciudadanos?
Resulta especialmente llamativo que el acopio de vacunas se hiciera en el año 2019, justo antes de la declaración de la pandemia, y no en los años previos o posteriores. Los ciudadanos tenemos el derecho a conocer la verdad y el Gobierno debe dar explicaciones, máxime, cuando los expertos dicen que “Las infecciones están calificadas como una de las mayores amenazas para la salud pública”.