José Antonio Rosa falleció en acto de servicio en San Agustín de Guadalix tras caer 12 metros al vacío en una operación frente a unos individuos que robaban chatarra en una nave industrial. La Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha otorgado, a título póstumo, la Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo al guerrero de la Benemérita. El Sargento Primero del puesto de la Guardia Civil de Torrelaguna, visiblemente emocionado, ha sido el elegido para recoger la condecoración.
Es bien sabido que el Instituto Armado en su vasta historia llena de hitos y grandezas ha visto lucir tricornio a grandes agentes que han dado su vida por España. Rápidamente, llegan a la memoria colectiva flashes de la unidad de tráfico, del GAR, GEAS, entre otras unidades. Agentes como los caídos en Barbate muestran con su valentía y esfuerzo el camino a seguir a las futuras generaciones de guardias civiles.
En este caso, sin duda, tenemos otro claro ejemplo de valentía y determinación; a pesar de los reveses de la vida, el destino es fiel a la realidad y destaca a quienes se dejan su vida por el prójimo. No son pocos los caídos, lo que demuestra un estilo de vida que no todo el mundo comprende. En este caso, sortear una situación compleja y caer al vacío han sido el escaparate del compromiso que exige tan honrosa labor, ir frente al peligro sin reparar ni un sólo momento en la peligrosidad del asunto.
En la entrega, el público se fundió en aplausos, emocionado.