La campaña de vacunación de los trabajadores penitenciarios realizada durante el mes de febrero por el Servicio Canario de Salud en colaboración con el personal sanitario penitenciario en los centros canarios ha dejado fuera del proceso de inmunización a más de ciento setenta empleados cuya edad supera los cincuenta y cinco años, y eso sólo en Canarias, esa es la denuncia pública del sindicato ACAIP-UGT.
El proceso de inmunización de los trabajadores penitenciarios emana del protocolo de vacunación de diferentes grupos poblacionales establecido en el Manual de Vacunación frente al Covid del Gobierno de Canarias, al estar contemplado el colectivo de trabajadores penitenciarios en el grupo poblacional 3B como otro personal sociosanitario. De este modo, el programa de vacunación diseñado para instituciones penitenciarias con la vacuna de AstraZeneca deja fuera del proceso de vacunación a todos los nacidos con anterioridad a 1966. Por este motivo, desde ACAIP-UGT han solicitado al Servicio Canario de Salud que se prevea esta circunstancia y se programe, con las otras vacunas disponibles, una estrategia para que todos los trabajadores penitenciarios puedan quedar protegidos de manera simultánea ante la COVID19.
Las personas que trabajan o viven en comunidades cerradas tienen mayor probabilidad de transmitir la infección
Uno de los principales vectores de contagio en un entorno cerrado como es una prisión es el personal que accede desde el exterior, por lo que no tener en cuenta la alta media de edad de los trabajadores penitenciarios canarios y la vacunación completa de todos ellos podría suponer que no se cumpliera el objetivo de preservar la salud de internos y trabajadores.
Como señala el documento de Estrategia de Vacunación del Consejo Interterritorial de Salud, las personas que trabajan o viven en comunidades o entornos cerrados tienen una mayor probabilidad de transmitir la infección a las personas convivientes debido al carácter estanco de los espacios de convivencia; tanto por el régimen de vida como por las condiciones arquitectónicas de los centros.
Por este motivo, el sindicato ACAIP-UGT ha instado al Gobierno Canario a ampliar el proceso de vacunación a los mayores de 55 años, segmento de edad que año tras año aumenta la media de edad de la plantilla de trabajadores penitenciarios , actualmente estimada en 46 años. Este sindicato considera bastante contraproducente que aquellos que por razón de la edad pueden ser más vulnerables a sufrir contagios, sean precisamente aquellos a los que se deja sin vacunar y denunciamos que hay muchos trabajadores que superan los 55 años que siguen en primera línea prestando servicio incluso en departamentos con internos que están en la debida cuarentena, una vez formalizado su ingreso en prisión o al regreso de los permisos penitenciarios”.