Los Delegados de APFP en el Centro Penitenciario denuncian la brutal agresión sufrida por un funcionario que es introducido en la celda por un interno y golpeado hasta la saciedad sin defensa posible.
Esta asociación viene denunciando desde hace tiempo la terrible falta de personal, ya que había dos funcionarios donde siempre hubo tres, y que tarde o temprano tendría que pasar algo como esto. Denuncian que a esta prisión envían internos con una tipología o con perfiles que no se adecuan a la categoría de esta prisión, que por su peligrosidad y estado mental son bombas que pueden estallar en cualquier momento.
Hacen constancia de que todo unido y sumado a la tensión que produce la pandemia que estamos sufriendo hace que este hecho gravísimo se haya producido, que ya ha habido hechos similares repitiéndose de forma regular, pero nunca sin llegar a la gravedad del de hoy.
Desde Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones APFP exigen que se rectifique la política que se lleva en este Centro Penitenciario, haciendo responsables de tal situación a sus dirigentes, los cuales no han sabido o no han querido gestionar adecuadamente esta situación que hasta la saciedad vienen denunciando.
El interno que agredió brutalmente al funcionarios ya estaba aislado por pegar a otro interno y no debería de haber tenido la posibilidad de agredir al compañero, para eso hay mecanismos en el código penitenciario encaminados a evitar este tipo de situaciones.
Los funcionarios manifiestan sentirse totalmente desprotegidos y abandonados por los que deben de velar por su integridad, ya que la administración tiene la obligación de velar por la salud física y mental no solo de los internos sino también de sus funcionarios, y eso no está ocurriendo.
Desde este colectivo ponen de manifiesto que no van a tolerar más situaciones como esta y que se van a jugar la vida peleando con este tipo de internos en una prisión donde no tienen ni medios humanos ni materiales para hacerles frente.
Unos hechos que ya están en manos del gabinete jurídico de la asociación para estudiar las posibles acciones judiciales y exigir responsabilidades a los responsables de esta gestión, no vale esconder la cabeza como los avestruces mientras estas cosas ocurren y la vida de sus trabajadores está claramente en riesgo.