Compañeros, pocas veces como ahora nuestro trabajo se ha visto tan cuestionado, nuestros derechos pisoteados y nuestra seguridad y por tanto la de todos, amenazada.
Se que actualmente estoy en servicios especiales, lejos del servicio activo, pero me siento en la obligación de dirigirme a vosotros en este momento tan jodido y usando un medio que siempre nos ha apoyado, porque algún día tendré que aplicar lo que el Congreso apruebe.
La Ley de Seguridad Ciudadana está en avanzado proceso de reforma, y el texto propuesto por el Gobierno supone una auténtica revolución en nuestro trabajo diario rutinario. Mucho se ha publicado de las pretensiones del Gobierno de PSOE y Podemos en esta materia, no hay más que echar un vistazo a las redes sociales de la mitad del Gobierno para saber que persiguen condenar nuestro trabajo y contentar a aquellos que ven en la autoridad una amenaza, en la ley un freno y en la infracción una forma de vida.
Pero estamos a tiempo de parar este disparate, al menos de intentarlo con todos los medios a nuestro alcance. No podemos dividirnos, pues Marlaska ha detectado que de la división saca provecho para coartar nuestros derechos, del enfrentamiento colectivo interno el único que gana es el que quiere empeorar nuestras condiciones laborales, pues nos mantiene ocupados perdiendo la conciencia de lo realmente importante: luchar todos a una contra este disparate.
Hoy todos tenemos que salir a la calle, como sea, con las si las que sean, pero unidos. No es momento de egos, de estúpidos enfrentamientos que no nos conducen a nada bueno.
Esta ley es nuestro instrumento de trabajo, mejorable sí, pero lo que pretende el Gobierno es un auténtico disparate que provocará graves problemas de seguridad ciudadana y supresión de derechos que harán empeorar las condiciones de vida de tanto policías como ciudadanos.
Si no nos mantenemos unidos, el que gana es el chorizo, no lo olvidéis compañeros. Unámonos, es ahora o nunca…