La asociación profesional expresa su apoyo al llamamiento realizado por el movimiento Jusapol para que el 24 de septiembre guardias civiles y policías expresen su protesta por el incumplimiento de los acuerdos suscritos en 2018
JUCIL expresa que, lejos de reducirse las diferencias salariales y laborales con las policías autonómicas, la brecha ha crecido en estos últimos años en los que además aumentan las diferencias ya que un ertzaina o un mosso d’esquadra pueden jubilarse a los 59 años mientras que un policía nacional o un guardia civil deben hacerlo a los 65 años
La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) se unirá el próximo 24 de septiembre a las concentraciones convocadas por el movimiento Jusapol frente a las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno en toda España. Estas movilizaciones exigen el cumplimiento inmediato de los acuerdos de equiparación salarial firmados en 2018, compromisos que hoy siguen sin cumplirse. Así, los motivos para la concentración y la protesta son el logro de la equiparación salarial, que seis años después de aquellos acuerdos sigue sin ser real, una jubilación digna y la consideración de profesión de riesgo, de forma que se igualen las condiciones para la jubilación anticipada a los 59 años de las que ya disfrutan los miembros de los cuerpos policiales autonómicos.
Incumplimiento del acuerdo de 2018 y aumento de la brecha salarial
El acuerdo de 2018, que prometía equiparar los salarios y las condiciones laborales de la Guardia Civil y la Policía Nacional con las de las policías autonómicas, como los Mossos d’Esquadra o la Ertzaintza, ha quedado en papel mojado. A pesar de los compromisos firmados, guardias civiles y policías nacionales aún percibimos sueldos inferiores y carecemos de importantes beneficios laborales de los que sí disfrutan los integrantes de las policías autonómicas.
El secretario general de JUCIL, Ernesto Vilariño, afirma que, lejos de reducirse, la brecha salarial ha aumentado: “En lugar de acercarse, las diferencias han crecido. Hoy los guardias civiles no solo seguimos cobrando menos, sino que tampoco se nos reconoce como profesión de riesgo, una condición que sí se aplica a nuestros compañeros autonómicos. Es una situación intolerable que exige una acción inmediata”.
El acuerdo firmado en 2018 incluía un proceso gradual de equiparación, pero los datos actuales indican que las diferencias salariales y laborales persisten. Los guardias civiles siguen sin recibir compensaciones justas por horas extras y traslados forzosos, algo que sí se reconoce en las policías autonómicas.
Demandas de justicia y dignidad
Vilariño subraya la importancia de estas concentraciones: “La equiparación salarial es una cuestión de justicia y dignidad. Nos enfrentamos a los mismos o mayores riesgos que nuestros compañeros de las policías autonómicas, pero el Gobierno sigue tratándonos como agentes de segunda categoría. Exigimos el cumplimiento de lo que se firmó hace seis años. No estamos dispuestos a esperar más”.
Las concentraciones del 24 de septiembre reflejan el cansancio y la frustración de miles de policías nacionales y guardias civiles que ven cómo los compromisos alcanzados no se han materializado. “No pararemos hasta lograr una equiparación salarial y laboral real con el resto de los cuerpos policiales en España. La lucha continúa”, concluye Vilariño.