Juan Meléndez Valdés, como otros grandes ilustrados, estaba en contra de los romances de ciegos y de otras formas de literatura popular por considerar que podían influir para que otros imitaran los hechos narrados. La paradoja estuvo en que su alegato fiscal en el caso María Vicenta Mendieta tuvo tal popularidad que se divulgaron, especialmente en Madrid, unas versiones de él tan disparatadas como plagadas de errores, y para terminar con ese estado de cosas la familia decidió publicar el original que se conservaba manuscrito por mano del mismo autor. Se convirtió así, junto con los otros alegatos e informes que componían los discursos forenses, en la piedra angular de las causas célebres que se publicaron después, incluso en su inspiración.
Sin estas consecuencias indeseadas por Juan Meléndez Valdés este segundo artículo no tendría sentido como tampoco lo tiene que sistemáticamente se pase de largo por esta faceta tan importante de uno de los mejores poetas neoclásicos españoles. Se ha pasado hasta el punto de ser lo más desconocido de su obra.
Martín Turrado Vidal
- Licenciado en Filosofía y Letras, rama de Historia, por la UNED (1981)
- Máster en Documentación (1993).
- Cronista Oficial de Valdetorres de Jarama
- Vicepresidente del Instituto de Historiadores del Sur de Madrid, “Jiménez de Gregorio”.
- Vocal de Publicaciones del Foro para el Estudio de la Historia Militar de España.