Son profesionales, detectan la droga, existe un poco de intuición, experiencia y el factor suerte.
Es lo que ocurrió el miércoles pasado en el turno de mañana, la unidad de fronteras de Policía Nacional del Aeropuerto del Prat en Barcelona, cuando realizó la intervención de casi dos kilogramos de cocaína.
El viajero las llevaba en una mochila de mano y en una bandolera dispuestas en planchas. No las quería perserbde vista ni desprenderse de ellas, lo que llamó la atención de los policías que estaban trabajando, y es que conocen muy bien su trabajo.
Era uno de los denominados vuelos calientes que procedía de Bogotá, y el viejero a la vez que mula fue detenido y puesto a disposición judicial. Una droga que no entrará en España… y el trabajo de los grandes profesionales de la seguridad continúa.