Cinco personas han sido detenidas -tres en España y dos en Portugal-, a quienes se les ha intervenido cuatro vehículos, diversos equipos de informática y telecomunicaciones y multitud de documentación relacionada con las empresas de la organización
Para acceder a la sustancia estupefaciente, la organización contaba con maquinaria pesada de corte y con personas formadas en su uso, aplicando técnicas de la industria metal-mecánica desconocidas hasta ahora para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de España y Portugal
Operación conjunta entre la Policía Nacional y la Policía Judiciaria de Portugal
Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Policía Judiciaria de Portugal, han intervenido 820 kilogramos de cocaína a una organización criminal dedicada a introducir grandes cantidades de esta sustancia en la Península Ibérica. La aprehensión se ha llevado a cabo durante una operación que ha finalizado con la detención de cinco personas -tres de ellas en España y dos en Portugal-, como miembros de una red de narcotraficantes que operaba a nivel internacional.
Las investigaciones comenzaron tras detectarse un camión sospechoso que viajaba de Portugal a España con una carga legal de bobinas procedentes de Brasil. Fruto de estas gestiones policiales, se logró determinar que el camión se dirigía a una nave industrial situada en la localidad toledana de Talavera la Nueva, muy próxima a Talavera de la Reina.
A partir de ese momento, se estableció un dispositivo de vigilancia permanente sobre la nave y sobre los posibles movimientos que se pudieran detectar en la misma, permitiendo identificar a varios individuos que frecuentaban la nave. El avance de la investigación permitió identificar a otros integrantes de la organización, radicados en su mayoría en Madrid, y conocer, de esta manera, la infraestructura de transporte y almacenaje de la que disponía la organización.
Esta infraestructura constaba de un entramado de empresas dedicadas a la importación de material de construcción desde Brasil hasta Portugal y España y que, posteriormente, era distribuido por diferentes provincias de nuestro país, utilizando como centro de operaciones dos naves industriales situadas en las localidades toledanas de Talavera de la Reina y Ventas de Retamosa. La cocaína viajaba oculta en el interior de los aisladores sísmicos utilizados en la construcción de puentes. Aprovechaban, de esta manera, este elaborado circuito comercial que revestía las operaciones de transporte y almacenamiento de aparente legalidad.
Además de la complejidad de la estructura empresarial, destacaba la sofisticación del método de ocultación en sí, pues para acceder a la sustancia estupefaciente, la organización contaba con maquinaria pesada de corte y con miembros formados en su uso. La aplicación de técnicas de la industria metal-mecánica al narcotráfico era hasta ahora desconocida por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de España y Portugal.
Detenidos los encargados de la extracción y ocultación de la droga
En una primera fase de explotación de la investigación, que tuvo lugar en diciembre del 2020, se detuvo en España a tres personas de origen colombiano encargadas de la recepción de la cocaína para su posterior distribución. Eran los encargados de crear esa logística para la extracción y ocultación de la droga, para lo cual realizaron una prueba y enviaron varios contenedores que simulaban la ilícita importación.
Contaban con dos naves, la primera en Talavera de la Reina, lugar en la cual recibían las bobinas y operaban sobre ellas. En la segunda nave, situada en Ventas de Retamosa, custodiaban las bobinas cuando ya se había practicado la extracción de la sustancia.
A raíz de la cooperación con Portugal, se tuvo conocimiento de la existencia de un nuevo envío de bobinas que alertó a los investigadores y que dio lugar a la intervención de siete kilogramos de cocaína, practicándose dos registros en las dos naves industriales identificadas y en tres domicilios situados en Talavera de la Reina y en las localidades madrileñas de Getafe y Leganés.
En la segunda fase de explotación, tras la operación en España, y al conocer que la organización ya disponía de más contenedores en el agua, se decidió esperar con el fin de detectar las conexiones de las que disponía el grupo en el territorio luso. Posteriormente, se procedió a la detención en Portugal de los dos miembros encargados de la importación de la cocaína desde Sudamérica y a la aprehensión de 813 kilogramos de cocaína en el interior de los contenedores, llevándose a cabo el registro de una nave industrial situada en la localidad portuguesa de Palmela.