La operación se ha llevado a cabo en el marco de una investigación conjunta de la Policía Nacional de España y la Polícia Judiciária de Portugal, en la que han intervenido el Ejército del Aire portugués, la Armada Portuguesa, la National Crime Agency del Reino Unido, la Drug Enforcement Administration de Estados Unidos, el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC), el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia.
Más de 5.200 kilogramos han sido aprehendidos
Tres personas han sido detenidas durante la operación, entre ellas un destacado y conocido lanchero gallego que se encontraba en busca y captura por otro transporte de cocaína que fue frustrado en el mes de marzo del año pasado.
Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Polícia Judiciária de Portugal, en la que han participado el Ejército del Aire portugués, la Armada Portuguesa, la NCA del Reino Unido, la DEA de Estados Unidos, el MAOC, el CITCO y la DIRAN de la Policía Nacional de Colombia, han intervenido en el Atlántico 5.200 kilogramos de cocaína, la mayor aprehensión hasta la fecha de esta sustancia estupefaciente a bordo de un velero. Tres personas han sido detenidas durante esta operación, entre ellas un destacado y conocido lanchero que se encontraba en busca y captura por otro transporte de cocaína que fue frustrado en el mes de marzo del año pasado.
Las investigaciones policiales comenzaron a principios de este año sobre una organización multinacional dedicada, presuntamente, a la exportación de ingentes cantidades de cocaína desde Colombia y Venezuela a Europa. Lo hacían mediante el uso de embarcaciones de recreo, especialmente yates y veleros. En ese proceso de investigación, y a través de las informaciones que de forma constante se intercambiaban las agencias antidroga implicadas, se pudo identificar no solamente a quienes realizaban el almacenamiento y la exportación del estupefaciente desde Sudamérica, sino también a quienes desde España y Portugal distribuían la droga que recibían hacia Europa.
A principios de agosto, el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC), aportó información sobre el velero que, de manera inminente, realizaría el transporte. Se trataba de una embarcación de pabellón español de 23,44 metros de eslora. En avance de las investigaciones permitió conocer, ya en el mes de septiembre, que el velero había iniciado el viaje de retorno a España, albergando una inusual carga de cocaína que iba dirigida a los clientes que la habían adquirido en origen y que tenían las “go-fast” en el sur de la Península Ibérica, preparadas para recogerla en las coordenadas del Atlántico estipuladas para ello.
El pasado 16 de octubre, tras localizar el velero, un equipo de asalto de la Armada Portuguesa, acompañados por agentes de la Policía Nacional de España y de la Polícia Judiciária de Portugal, abordaron la embarcación, hallando en la cubierta y a simple vista un importante número de fardos similares a los que habitualmente se elaboran para el transporte de cocaína.
Cae un conocido narcotraficante que estaba en busca y captura
Al dentificar a los tripulantes, resultó que uno de ellos era un conocido narcotraficante que se encontraba en busca y captura por otro transporte de cocaína que fue frustrado en el mes de marzo del año pasado. Le acompañaban otras dos personas que, a pesar de carecer de antecedentes penales, eran conocidos por los investigadores de la Policía Nacional por su estrecha relación con los integrantes de uno de los más importantes grupos de lancheros de la Ría de Arousa.
El registro del velero permitió la intervención de más de 5.200 kilogramos de cocaína, cantidad insólita hasta la fecha y que pone de relevancia el potencial de las organizaciones implicadas en la operación. Entre los efectos intervenidos destacan los sistemas de comunicación e inhibición de frecuencias de última generación, que proporcionaban seguridad a cada una de las maniobras ilegales que los tripulantes han tenido que realizar desde que se inició el periplo. Con el fin de evitar la identificación del velero, los narcotraficantes lo habían dotado de falsos nombre y bandera para camuflar su acción criminal.