En una operación conjunta de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria, en colaboración con autoridades británicas, serbias y portuguesas, han interceptado un importante cargamento de cocaína que lo estaban transportado a nuestro país a bordo de un velero norteamericano de nombre “Seascape”.
Fruto de esta actuación, se ha efectuado la incautación de más de 800 kilos de cocaína alojada en la propia estructura del buque, así como a la detención de los tres tripulantes de la embarcación de nacionalidades serbia, rusa y mejicana.
Operación conjunta
La operación se ha desarrollado en el marco de la cooperación policial internacional existente, entre Guardia Civil, Policía Nacional y Vigilancia Aduanera, en colaboración con las autoridades británicas, serbias y portuguesas, todo ello bajo la coordinación efectuada por el Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y Crimen Organizado (CITCO) y MAOC-N (Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico).
Gracias a ello los agentes han podido localizar una embarcación que inicialmente era desconocida y han procedido a su abordaje, pudiendo comprobar que alojaba en su estructura más de 800 kilogramos de cocaína.
La investigación comenzó a principios del pasado mes de agosto, cuando se constataron las primeras informaciones acerca de una embarcación sospechosa, las cuales indicaban que se trataba de una operativa de tráfico de drogas a gran escala por medio marítimo.
El narcotráfico se realizaba a través de una embarcación recreativa para transportar una importante cantidad de sustancia estupefaciente desde Sudamérica hacia Europa, país en el que el precio de la cocaína en el mercado clandestino puede llegar a triplicarse, generando pingües beneficios para los promotores de este negocio.
Interceptado cerca de las islas Azores
Según las informaciones recibidas y en base a los movimientos detectados de la embarcación, todo parecía indicar que la misma se dirigiría hacia el territorio español, existiendo asimismo la posibilidad de que la embarcación pudiera efectuar un trasvase de la mercancía ilícita previamente, razón por la que fue necesario actuar con premura de cara evitar dicha circunstancia.
De este modo, dada la inminente realización de una posible operación marítima de narcotráfico, las autoridades españolas, a través del Servicio de Vigilancia Aduanera, movilizó medios navales próximos a la zona (Buque de Operaciones Especiales “PetrelI”) donde se ubicaba la embarcación sospechosa. El pasado día 24 de agosto, a unas 200 millas al suroeste de las Islas Azores, se observaron sustancias estupefacientes en su cubierta, presumiblemente cocaína.
Durante la maniobra de aproximación, no se apreció matrícula así como tampoco bandera alguna enarbolada, ni otros signos que pudieran claramente mostrar la nacionalidad de la nave. No en vano, una vez acometida la maniobra de abordaje, pudo determinarse que el mismo disponía de un certificado de registro de los Estados Unidos de América. Se procedió entonces a ejercer las facultades que otorga el derecho internacional para verificar la nacionalidad real del buque y, en consecuencia, actuar según lo previsto en el artículo 17.3 de la Convención de Viena de 1.988 contra el tráfico ilícito de estupefacientes.
Una vez obtenida la conformidad del país de bandera de la embarcación, y dado que el velero llevaba consigo una importante cantidad de sustancia estupefaciente, se procedió a la detención de los tres tripulantes del buque, comprobando que el patrón de la misma tenía nacionalidad serbia, y el resto de la tripulación nacionalidad rusa y mejicana.
Con posterioridad, se ha realizado el remolque de dicha embarcación, que tenía una avería en el motor, hasta el Arsenal Militar del Puerto de Las Palmas de Gran Canaria, lugar donde se efectúa el correspondiente registro del velero, hallándose finalmente unos 800 kilos de cocaína. A este respecto, se realiza la prueba de reactivo colorimétrico “narco-test” a uno de los paquetes descubiertos en el velero, dando como resultado positivopor cocaína.