El presidente del TSJPV “Hacer justicia a las víctimas supone restaurar el daño personal, el daño político y el daño social”
En el XX Memorial de José María Lidón
“José María Lidón fue víctima de la organización terrorista ETA diseñada para imponer un proyecto político totalitario donde no había campo para la diversidad, donde no había espacio para los jueces que, como él, hacían visible el Estado de Derecho”, ha manifestado Iñaki Subijana, presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, durante el acto que, en su recuerdo, ha tenido hoy lugar en la propia sede del Tribunal.
Veinte años más tarde nos preguntamos –ha manifestado el presidente del TSJPV- si J.M. Lidón y su familia, como víctimas del terrorismo han obtenido lo que la justicia victimal reclama. En este sentido ha recordado que a las víctimas del terrorismo se les causó un triple daño: un daño personal al quebrar o condicionar severamente su proyecto vital; un daño político al pretender excluir al diferente, negando su ser ciudadano mediante su entronización en la categoría del enemigo y un daño social al privarnos de miembros de la misma y fomentar, de esta manera, una mutilación comunitaria.
Por ello –ha subrayado- hacer justicia a las víctimas supone restaurar cada una de esas esferas buscando la verdad, como conocimiento de lo ocurrido, fomentando la responsabilización, como reconocimiento explícito de la injusticia del daño causado y posibilitando la reparación de lo reparable y el mantenimiento de la memoria de lo irreparable como respuesta.
Resaltamos también –ha dicho- la importancia de la memoria pública en la reivindicación de la significación personal, social y político-institucional de las víctimas del terrorismo, como José María Lidón y su familia, que ayude a construir un presente- futuro dotado de unas notas ineluctables: que no tenga como ingrediente el olvido de lo sucedido; que impida el cierre de la página de ETA en el libro de nuestra historia sin la deslegitimación de su existencia, que confiera un valor singular a la aportación irremplazable de la mirada de las víctimas –que ven por nosotros lo que solo ellas pueden ver- y que, finalmente, permita, también, construir un relato que, entre otras cuestiones, reconozca la contribución generosa de las víctimas del terrorismo a todas/os y cada uno de nosotras/os como integrantes de la sociedad democrática.
En la misma línea se ha pronunciado Reyes Goenaga, presidenta de la Audiencia Provincial de Vizcaya, que ha comenzado su intervención recordando que a José María Lidón lo asesinaron por ser magistrado.
Nada justifica –ha dicho- acabar con la vida de otra persona, y nada justifica el intento de acabar con lo que esa persona representa en el tejido social, en este caso un juez, como agente esencial de convivencia y de uno de los tres poderes del Estado.
Ha recordado también que el reconocimiento y la protección a las víctimas del terrorismo, a través de las normas que la regulan, se fundamenta en los valores de memoria, dignidad, justicia y verdad. Memoria, que salvaguarde y mantenga vivo su reconocimiento social y político. Dignidad, simbolizando en las víctimas la defensa del Estado democrático de Derecho frente a la amenaza terrorista. Justicia, para resarcir a las víctimas, evitar situaciones de desamparo y condenar a los terroristas. Y Verdad, al poner de manifiesto la violación de los derechos humanos que suponen estas acciones. Este recuerdo del compañero asesinado –ha concluido- es nuestra contribución a esta tarea: es nuestra forma de cumplir con la verdad, la dignidad y la memoria.