Hoy, 31 de mayo de 2022, tres asociaciones constitucionalistas: Politeia asociación de profesionales de la seguridad, la Asociación Catalana de Victimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT) y la Plataforma 17 A, de víctimas de los atentados yihadistas en Barcelona, hemos rendido homenaje a la memoria del cabo de la Armada: Juan Flores Villar, asesinado por la banda terrorista ETA, el 14 de mayo de 1984.
Como expone el mapa del terror de la asociación COVITE:
Durante la madrugada del 14 de mayo de 1984 ETA atentó en Fuenterrabía contra una lancha de vigilancia portuaria de la Armada Española. Colocó una bomba que provocó su hundimiento y la muerte del cabo Juan Flores Villar. El cabo Flores murió ahogado en el interior de la embarcación atrapado en su camarote. Su compañero, Antonio Martínez Abella, consiguió salvarse. Juan Flores Villar tenía 20 años cuando fue asesinado por ETA. Era cabo mecánico y natural de Barcelona. Trabajaba en la hostelería, aunque por las noches estudiaba banca. Llevaba cumplido la mitad del servicio militar cuando ETA atentó contra su vida.
El hecho de ser asesinado en Fuenterrabía y recibir sepultura en la ciudad de Barcelona, generó un inexplicable olvido para esta víctima de ETA.
En Politeia recibimos información de la presencia de un nicho, perteneciente al Ministerio de Defensa, ubicado en el cementerio de Montjuic (Barcelona) que podría pertenecer a una víctima de los asesinos sanguinarios de ETA.
Durante meses realizamos gestiones con la Delegación de Defensa en Barcelona para constatar los hechos y solicitar el correspondiente permiso para realizarle un merecido, aunque tardío, homenaje.
Nos pusimos en contacto con los amigos y presidentes de las entidades ACVOT y Plataforma 17 A y coordinamos el acto de homenaje.
Asimismo, contactamos con la familia de la víctima de ETA, lamentando conocer el reciente fallecimiento del padre del cabo de la Armada que íbamos a homenajear después de tantos años de silencio.
Tenemos una obligación moral y profesional de rendir homenaje a todas las víctimas de la barbarie terrorista y no debemos perdonar ni olvidar a los asesinos etarras, que ahora pertenecen a formaciones políticas que se sientan en el Congreso de los Diputados y cobran del erario público.
Tampoco debemos perdonar a los dirigentes políticos que pactan con estas formaciones de terroristas y cómplices que segaron tantas vidas humanas así como lesiones físicas y psicológicas vigentes.
Sirva el acto de hoy y el trabajo de dignidad y memoria realizado, para impulsar acciones similares en toda España.
Agradecimiento a la presencia activa de mandos militares y policiales, diputados, concejales, reservistas militares voluntarios, entidades civiles constitucionalistas y sociedad civil en general.