Hoy toca custodia de hospital. Como un golpe seco y duro en la boca del estómago sienta esa frase cuando a un patrullero le encomiendan este ingrato servicio. Decimos ingrato porque normalmente el personal operativo destinando en el GAC, está conformado por profesionales dinámicos y con una alta vocación de servicio al ciudadano, que desean, por encima de otra cosa, desempeñar sus funciones de prevención y seguridad en la calle, a disposición de H50.
El déficit de policías y guardias civiles es una realidad difícil de ocultar. Se estima que alcanza los 30.000 efectivos entre los dos cuerpos. Eso se traduce irremediablemente en menor presencia policial en las calles. En una ciudad donde años atrás patrullaban 7-8 vehículos policiales, hoy lo hacen apenas 2-3 unidades.
El déficit de policías y guardias civiles se estima en 30.000 efectivos
Y claro, si hay ingresos hospitalarios en una determinada demarcación o simplemente unas pruebas médicas rutinarias del preso de turno, ¿adivinen de dónde se extrae una dotación policial?. Sí señores, de la calle. Una de las escasas patrullas en servicio deberá abandonar sus labores de prevención y seguridad sobre miles de habitantes, para llevar a cabo una custodia hospitalaria.
En ocasiones, los hospitales se convierten en improvisadas comisarías. Observar los vehículos Z inmovilizados en el exterior de un hospital debido a la custodia de varios presos ingresados en él, se ha convertido en una estampa demasiado habitual en la mayoría de recintos hospitalarios de las ciudades españolas.
Los hospitales se han convertido en improvisadas comisarías
Algunos hospitales disponen de módulos de presos, que propician custodias más seguras empleando menos personal. Las comisarías suelen disponer de unidades exclusivas para desarrollar esta función, sin necesidad de prescindir de dotaciones establecidas originariamente para dar respuesta a situaciones de emergencias y prevención del delito.
Sin embargo, la gran mayoría de los centros hospitalarios carecen de tales instalaciones de seguridad. Esto provoca dos situaciones no deseadas: custodias más frágiles desde el punto de vista de la seguridad y una merma evitable de efectivos en la calle, suponiendo en ocasiones hasta el 100% de las dotaciones disponibles.
Soluciones
Desde Policía H50 apelamos por la instalación preceptiva de módulos de seguridad en todos aquellos hospitales susceptibles de recibir pacientes procedentes de centros penitenciarios.
Asimismo, esta medida por sí sola no soluciona el problema. Se deben suscribir acuerdos y protocolos de actuación con Instituciones Penitenciarias para evitar los traslados innecesarios y banales. La coordinación entre administraciones es crucial para reducir ingresos masivos que pongan en jaque la programación policial. Al fin al cabo, el principal perjudicado siempre será el ciudadano.
Se trata de un viejo problema que nadie ha querido o sabido resolver. Parece que la seguridad ciudadana se sitúa en un segundo plano respecto a otras funciones encomendadas a las FFCCSE. Pero no se confundan, la seguridad de los ciudadanos y de los policías intervinientes en primera línea no es un asunto menor.
Cuidemos a nuestros patrulleros, los primeros en llegar cuando solicitemos auxilio son ellos. Si no están en una custodia de hospital claro…