Cuando se cumplen once años de la desaparición de Angelines, la ciudadanía se pregunta…
¿Qué fue lo que le sucedió?
El dolor que se experimenta desde el 3 de marzo del 2008 es pesado, cada año que pasa, la familia experimenta con más fuerza el desgaste que trae consigo su desaparición.
A pesar de ello, no se rinden. A pesar del tiempo, la energía invertida, los obstáculos encontrados… a pesar de todo; ellos no se rinden.
Dejan la puerta siempre entre abierta. La dejan entre abierta porque nunca saben cuál es la pista, cual es el nuevo hilo del que poder tirar. La familia es una familia unida que, día a día, recuerdan su persona y la visibilizan por mediación de las redes sociales. Ellos mismos son los creadores de la Plataforma Angelines Zurera. Son ellos los que instan a la ciudadanía a llevar un lazo verde en honor a ella, en honor a su lucha y su sed perpetua de justicia.
Simplemente, ansían respuestas, respuestas que no encuentran pero que nos consta que, a gritos, demandan. Cada año rinden homenaje a su vecina con pancartas y encuentros multitudinarios que hacen que Angelines, en el corazón de muchos, siga viva.
A pesar de haber sopesado en el pasado indicios fehacientes hacia personas concretas del núcleo cercano, finalmente, nada se consiguió constatar. Lo único que se constata es el dolor y el amor que ha dejado tras de sí la voz y presencia cálida de esta joven aguilareña.
Las diferentes manifestaciones que se han dado en Aguilar de la Frontera, dejan patente el recuerdo que todo Córdoba tiene. Son muchos los corazones que se manifiestan alzando la voz y aludiendo a que es el corazón de Angelines el que vive dentro del de tantos y tantos vecinos que, en la mayoría de ocasiones desde el silencio, proclaman respuestas.
No olvidemos que el duelo ininterrumpido experimentado durante estos años, erosiona. Erosiona como lo hace el agua, o el viento sobre una roca, hasta que, con el paso del tiempo, consigue quebrar la superficie.
