El exceso de información que encontramos en la red y a la que accedemos con mucha facilidad con tan solo un clic, está llevando a muchos usuarios a omitir la importancia de contrastar y corroborar mensajes o noticias en la nube, que si bien al principio que pueden ser vistos como algo veraz, pueden ocultar referencias maliciosas vinculadas con datos falsos, virus o enlaces destinados al fraude bancario.
Con la intención de engañar, los hoaxes, bulos y también conocidas fake news, son mensajes de cierta relevancia para la colectividad, creados de forma intencional con el fin de desinformar a la población, invocando temas diversos como historias, donaciones, malware, premios, hasta controversias de carácter político e ideológico que buscan generar alarma social para intentar captar la atención del mayor número de usuarios posibles. Hablamos de una forma de propagar información percibida como real, con la intención de ser divulgada de forma masiva, ya sea por medios de comunicación escrita, audiovisual o digital, principalmente las redes sociales, las aplicaciones de mensajería como Telegram o WhatsApp, además del correo electrónico.
Inversión en celebridades
Para el Centro Nacional Antiestafas de Australia, una de las formas más comunes de hoaxes, bulos o noticias falsas en la red, son aquellas que hacen uso de la imagen de figuras públicas para promocionar plataformas de inversión en línea y premios de lotería; además, se le suma a esto la inteligencia artificial a través de los ‘deepfakes’ que permiten manipular la foto, video y voz de personas reales. La ciberdelincuencia utiliza estas modalidades para crear anuncios y artículos falsos que hacen creer al usuario que personajes famosos hacen uso de las plataformas de inversión, lo que termina siendo la antesala al fraude, ya que mediante enlaces web los usuarios son llevados a páginas de registros para luego ser contactados por los estafadores, quienes los persuaden de realizar descargas de aplicaciones para invertir en criptomonedas o bitcoins.
Video simulado en Moscú
Uno de los caso más recientes de este tipo de incidentes, sucedió tras los ataques producidos en la sala de conciertos de Crocus en Rusia, donde comenzó a circular en las redes sociales un video de una entrevista en televisión del secretario del Consejo Nacional de Defensa de Ucrania, Oleksiy Danilov, dando supuestas declaraciones en las que afirmaba la participación de su país en el atentado de Moscú sucedido el 22 de marzo. Ahora bien, para la agencia neutral.es, especialista en desmentir noticias falsas, se trata de un video simulado que ha sido difundido en Facebook y X, un deepfake compuesto por imágenes de entrevistas reales a dos miembros del Gobierno ucraniano que datan del 16 y 19 de marzo de 2024, días antes del atentado en Rusia, donde se habría utilizado un programa de clonación de voz con inteligencia artificial para incorporar un audio manipulado del secretario de Defensa; el video consiguió llegar a millones de personas.
Fuente: Agencia France-Presse.
¿Se puede evitar la propagación de hoaxes y noticias engañosas?
Para responder a esta pregunta, citaremos una investigación publicada por European Proceedings que fue realizada en Indonesia a personas de la comunidad ‘millennial’, población nacida entre los años 80 y 90, con el fin de conocer su perspectiva como internautas frente a las noticias falsas y de qué manera superan este tipo de contenido.
El estudio reveló que si bien a los usuarios de internet en Indonesia les gusta compartir información sin corroborar su autenticidad, esto no sucede con la población millennial que posee un mayor grado de madurez, la razón es que el 66% del grupo encuestado se reconoce capaz de clarificar una noticia falsa que hayan previamente difundido. En igual proporción, esta comunidad posee un pensamiento crítico con lo que comparte, porque antes de hacerlo leerán primero la noticia completa; a pesar de esto, consideran necesarias leyes más severas contra aquellos que distribuyen mentiras virales, incluyendo a los propietarios de las plataformas de redes sociales. Mientras tanto, el 33% restante de encuestados no suele leer toda la información e ignoraría la acción de difundir un hoax o información engañosa.
Otro revelación importante, es la existencia de una tendencia cuando se suele recibir noticias verdaderas, en vista de que son pocos los ciudadanos que se interesan por compartirlo en sus redes; en cambio, cuando se trata de contenido con información descortés como noticias falsas, discursos de odio, temas políticos, religiosos o contenidos pornográficos, estos suelen ser compartidos miles de veces más a diferencia de la información real.
Por lo tanto, los hallazgos positivos encontrados en la población investigada son el resultado de sus capacidades cognitivas que les ha permitido generar valores críticos, innovadores e integrales, que ha sido posible a través de la alfabetización mediática digital, entendida como las habilidades sociales, cívicas, éticas, además de creativas, que permiten acceder a los medios y la información para analizarla de forma crítica y utilizarla eficazmente, así como generar contenido y compartirlo de manera segura y responsable.
Secuelas de la desinformación
En síntesis, las personas están cada vez más expuestas a noticias falsas creadas para confundirlas y alimentar su inseguridad; por lo tanto, si este tipo de contenido permanece mucho tiempo en la red, su impacto se verá prolongado. Asimismo, la cantidad de usuarios activos en las redes sociales, aplicativos de mensajería instantánea y páginas web, sumado al poco control que existe en estos canales, facilita el modus operandi de los propagadores de hoaxes o noticias falsas, que generalmente devienen en el daño de la imagen de personajes, además de alterar y causar un daño en el orden ético de la sociedad. En tanto, mediante la alfabetización mediática digital se puede ayudar a los gobiernos a luchar contra la difusión de contenido falso o bulos en la red.
Recomendaciones
Para detener el incremento de noticias engañosas existen tres aspectos a tomar en consideración. En primer lugar, el compromiso institucional de los gobiernos que promuevan una sociedad de la información antiengaños. Luego, hacer uso de la tecnología para que los usuarios mediante aplicativos puedan detectar noticias falsas, hoaxes o bulos. Finalmente, fortalecer los procesos de alfabetización digital que tomen en cuenta a movimientos anti noticias engañosas acompañado de acciones de sensibilización para la población.
Autor: Sergio Daniel Huamán | Experto en prevención del cibercrimen, Máster en Ciberdelincuencia.
Colaborador Oficial de h50.es