Lamentable “espectáculo” el vivido en el día de ayer en el Estadio de San Pablo, en Écija (Sevilla), y no precisamente por cuestiones deportivas.
https://youtu.be/0QYrWMvtPqU
Al final del partido, correspondiente a la Tercera División andaluza entre el Écija Balompié-Xerez CD, los hinchas más radicales del conjunto visitante saltaron al césped para emprenderla a golpes contra dos jugadores del Écija, Manu Martínez y Carlos Fraile.
En cuestión de segundos se originó una multitudinaria tangana entre aficionados radicales y futbolistas, hecho que se aleja mucho de los valores inherentes en el deporte.
El Écija ha anunciado a través de su Twitter que tomarán las medidas legales oportunas: “Desde el Écija Balompié S.A.D. queremos denunciar los actos delictivos ocurridos al término del partido y tomaremos las medidas oportunas contra aquellos que arruinan lo maravilloso que es este deporte”.
El Xerez CD también ha condenado lo sucedido y ha mostrado su “repulsa a cualquier tipo de violencia en este deporte”, aunque aún no se postulado sobre las medidas que tomarán respecto a los violentos hinchas que participaron en la bochornosa agresión a los futbolistas del equipo sevillano.
Identificación de los agresores
La Policía Nacional ha identificado in situ a varios de los agresores que intervinieron en la reyerta. El resto, que también participaron en la misma, serán identificados sin dificultades tras el visionado de las imágenes, para así delimitar su responsabilidad penal por los hechos suscitados.
Se enfrentan a un presunto delito de desórdenes públicos, a parte de las posibles lesiones ocasionadas a los jugadores.
Cabe recodar, que la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte, sólo cabe aplicarse en los eventos profesionales que participen en competiciones deportivas oficiales de carácter profesional y ámbito estatal.
Afortunadamente, las agresiones no llegaron a más y la situación pudo apaciguarse sin tener que lamentar heridos de consideración entre los contendientes. Eso sí, deja entrever la falta de seguridad en este tipo de estadios que congregan una gran afluencia de público, a pesar de la categoría.
Una o dos patrullas de Policía Nacional o Guardia Civil, según los casos, no parece que sean los medios suficientes para garantizar la seguridad en este tipo de eventos, tal y como ha quedado en entredicho en las imágenes.