Por tal motivo, desde la asociación Independientes de la Guardia Civil (IGC) se muestran preocupados ante semejante avalancha migratoria advirtiendo del desborde de ciertos servicios del cuerpo. “A consecuencia de la re-activación de la denominada ruta argelina, la Guardia Civil y algunas de sus especialidades se encuentran al límite”, manifiestan para h50.
Aseguran que los Centros Operativos de Servicios (COS) de costa, sufren una gran carga de trabajo, ya que además de atender el SIVE (Sistema Integral de Vigilancia Exterior), tienen que distribuir y movilizar a las patrullas, coordinar con el 112 y activar el Protocolo de Inmigración. Estas Salas de “Operaciones” se ven, si cabe, más desbordadas en época estival, puesto que, debido al buen tiempo, las mafias activan muchas más embarcaciones.
El capital humano y los medios materiales de los Servicios Marítimos Provinciales son muy precarios. Las embarcaciones tienen demasiados años y por averías no siempre pueden estar en el mar, con lo que, en muchas ocasiones no realizan funciones de “prevención”, sino de “reacción”, no resultando ser disuasorios. “Las mafias cada vez se especializan más y utilizan nuevas tácticas de arribada, como las “aleatorias” en motos de agua o en embarcaciones recreativas”, señalan desde IGC.
Las dotaciones de personal, en numerosos Servicios, no llegan a ser las mínimas para cumplir con lo reglamentado en completar una tripulación, con el riesgo que ello conlleva. Es por ello, que abogan por una catalogación real de efectivos y un aumento de sus plantillas, así como la modernización de sus embarcaciones, como viene ocurriendo en el DAVA (SVA).
En cuanto a los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla, instan a la Administración a estudiar la creación de una Unidad Estable de Control de Fronteras, e impermeabilizar de forma efectiva ambas fronteras con Marruecos, potenciando, la utilización de drones, que ofrecen datos mucho más precisos.